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Opinión

¿Qué pasa con la invasión del Área 51? Entre la realidad y el meme

Por Juan Villain / 17/07/2019
¿Qué pasa con la invasión del Área 51? Entre la realidad y el meme

Imaginemos por un momento que nos encontramos en las áridas explanadas de Emigran Valley, en pleno desierto de Nevada. Alrededor nuestro crecen los juníperos, los cactus, el siseo de las serpientes nos ensordece, y la arena se pega a nuestra piel como un fantasma invisible.

Justo entonces, vemos que un millón y pico de personas corre a través del desierto. Pero no de una forma normal, no, sino »como Naruto», ya sabéis, con el cuerpo inclinado hacia delante y las manos colgando hacia atrás. Es una imagen bellísima.

Nos pica las curiosidad. Les seguimos. De repente vemos unas vallas alzarse en mitad de todo aquel campo yermo lleno de polvo. Detrás de las vallas se agolpan unos tipos vestidos de forma idéntica a las fuerzas armadas estadounidenses. En sus manos no tiemblan los rifles. La avalancha de gente tira abajo las vallas, y comienzan a forcejear con los soldados, sueltan humo de sus vapes creando una gigantesca nube blanca que les oculte.

Lo que ocurre después no podemos saberlo. En aquel momento, entre las volutas de humo, alcanzamos a leer algo en un cartel: Área 51.

Asalto al Área 51

Esto podría parecer el inicio de un capítulo de «Black Mirror» (Netflix, si estás leyendo esto, contrátame), pero no. Este escenario psicotrópico podría llegar a darse el próximo 20 de septiembre.

El pasado 27 de junio alguien creó un evento en Facebook bajo el nombre de ‘Storm Area 51: They Can’t Stop All Of Us’. En él, se proponía a los usuario de la red social invadir el Área 51. A día de hoy, más de 1 millón de personas se han apuntado a esta locura.

La teoría es que, si de forma masiva y organizada, millones de personas se adentran en el Área 51, podrán llegar, a la fuerza, a ver extraterrestres. Y, para qué negarlo, tiene todo el sentido del mundo. Por mucho que el ejército americano haya amenazado con utilizar la fuerza (no sabemos si letal o solo disuasoria) en el caso de que se produzca la invasión, es imposible que consigan parar a tal cantidad de gente.

Pero ¿qué es el Área 51? Seguro que a muchos de vosotros ya os sonará, puesto que ha aparecido en multitud de películas.

Se trata de una base militar estadounidense cuyo uso principal es desconocido. Sin embargo, como muchos informes desclasificados han señalado, aquí se creaban prototipos de aviones espía durante la Guerra Fría. Esta es la versión, digamos, «oficial». Pero los rumores siempre han apuntado en otra dirección. Se habla de experimentos secretos, tecnología ocultas altamente peligrosas, y, por supuesto, de extraterrestres, los mismos que se intentarán rescatar el próximo día 20 de septiembre.

La cultura del meme

Nuestra cultura, al menos virtual, es cada más participativa. Es decir, las fronteras entre productores y consumidores se están desdibujando. Ahora mismo cualquiera con un poco de imaginación puede crear algo virtualmente aunque sea de forma amateur.

En el centro de esta cultural de la participación están los memes. Los memes son puro folklore digital. Más allá de hacernos reír, sirven como cohesionador de nuestra cultura virtual: alguien crea uno, lo comparte, otro alguien lo modifica, se vuelve a compartir, y así sucesivamente hasta que la gente se olvida de él (o no).

Cuando, siglos después de habernos extinguido (más pronto que tarde, fellas), llegue una raza extraterrestre a La Tierra y encuentren (en un caso súper hipotético) restos arqueológicos virtuales en forma de meme, podrán, sin duda, comprender mucho acerca de cómo fue nuestra civilización en los albores del siglo XXI. Porque eso son en parte los memes, una radiografía bastante exacta de nuestra forma de vivir en el mundo.

Y ¿a qué viene todo esto?, diréis.

La ciencia-ficción es ahora: meme y realidad

Resulta que el evento de Facebook que ha causado todo este revuelo nació así, como un simple meme, creado por una cuenta de shitposting. Por supuesto que el citado evento no es en serio. Por favor, ¿quién va a hablar en serio cuando se dice de »correr como Naruto» o »crear una nube con los vapes» para ocultarse del ejército?

Pero después de ver a tanta gente dispuesta a llevar a cabo el plan, y al propio ejército de los Estados Unidos bastante nerviosito, ¿cuál es la frontera entre la realidad y el meme?

Esta frontera es cada vez más estrecha. La ciencia-ficción es ahora. No hay coches voladores, ni un Neo-Tokyo que ocupe las tres cuartas partes del planeta. No. Pero podemos moldear la realidad, trascenderla a miles de gigas de velocidad. Tenemos el poder para convencer a la gente de asaltar el Área 51, uno de los lugares con mayor vigilancia y protección de todo el planeta. Sin duda, es un poder con un potencial abrumador. Pero ¿dónde empieza y termina nuestra realidad?

Ahora supongamos que, llegado el 20 de septiembre, finalmente ese millón y pico de personas se juntan allí, dispuestísimos a llegar hasta el fondo del asunto. Supongamos que consiguen entrar. Mientras unos forcejean y retienen a los miles de soldados, un grupo logra penetrar en el corazón de las tinieblas del Área 51.

Lo que ven allí les deja sin habla: extraterrestres siendo sometidos a crueles experimentos científicos, armas de destrucción masiva, prototipos de naves intergalácticas, un Starbucks, seres provenientes de toda la galaxia tomando café tranquilamente mientras charlan con los americanos sobre el último partido de los Patriots… Yo que sé.

Teorías posibles para el asalto al Área 51

De verdad, supongamos que esto ocurre. Que un grupo de personas (unidas por un meme) logra de veras saber qué oculta el gobierno norteamericano tras las puertas de aquella base militar (algo que, de hecho, deberían saber: parte de sus impuestos van a parar al Área 51), y además viven para contarlo. ¿Ahora qué? ¿Qué ocurre después? A mí se me ocurren varios escenarios posibles:

a) La población mundial entra el pánico. Los estados cierran sus fronteras. Las grandes empresas entran en quiebra. El Vaticano, misteriosamente, desaparece. Adiós al capitalismo (bien).

b) Los rusos entran en escena, a lomos de sendos tanques, mientras suena de fondo el himno de la URSS (épico).

c) Consiguen rescatar a los extrarrestres. Están aquí para ofrecernos sus conocimientos. Quieren convivir en paz, ayudarnos. Eh, adiós al cambio climático y al hambre y a la escasez de recursos (vivieron felices y comieron perdices).

d) Los extraterrestres nos aniquilan de una maldita vez (la conquista de América versión espacial).

e) Iker Jiménez será feliz con cualquiera de las opciones anteriores.

Ahora en serio ¿estamos preparados como sociedad para saber la verdad? No tengo ni idea, claro. Pero sin duda nuestro mundo, en cualquiera de los casos, no volvería a ser el mismo. Estaríamos ante un cambio de paradigma nunca antes visto a todos los niveles (político, sociológico, teológico, etcétera).

Quién sabe. Quizá un meme salido de las cavernas de Internet consiga que nuestra realidad se vea transformada para siempre.


Hablando de extraterrestres, puede que Dellafuente y la Mala Rodríguez también lo sean. Si no, no se explica este temazo que acaban de sacar juntos.