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Opinión

Cuatro lecciones de marketing que aprender de JAY-Z (Parte 1)

Por JD Romero / 17/08/2019
Cuatro lecciones de marketing que aprender de JAY-Z (Parte 1)

Que JAY-Z se ha hecho rico es algo que ya sabemos y que se ha publicado mil veces. Pero lo importante desde un punto de vista más analítico no es el qué, sino el cómo, y en ese caso es interesantísimo analizar las decisiones que ha ido tomando a lo largo de su vida para llegar al punto en que está ahora. Una carrera cimentada estratégicamente en que nada está al azar, aunque pueda parecerlo.

Desde muy joven, sin estudios universitarios pero con una cabeza que sabe aprovechar, Shawn Carter ha ido poniendo ladrillo tras ladrillo hasta convertirse en una de las estrellas más grandes del mundo y en una celebridad icónica -aun dedicándose a una música que era minoritaria en el momento en que comenzó-.

A día de hoy, Jay es conocido también como un ávido directivo y empresario y a menudo eso se obvia porque su matrimonio o su rutilante vida social son absolutamente llamativas.

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De esa manera y aunque sobre sus discos, canciones y vida social se ha escrito todo o casi todo, nos gustaría analizar la carrera de Hova desde un punto de vista mercadotécnico y de comunicación. Porque, si el de Brooklyn se ha hecho más rico que el resto, no es sólo vendiendo discos (que también), sino con una estrategia sutil que lo convierte en un genio con mucho más valor en otras cuestiones que en la propia música.

Comencemos.

1. «Do it yourself»

JAY-Z estuvo durante años intentando conseguir un contrato discográfico decente desde sus tiempos como corista de Big Daddy Kane. Cada vez que se decepcionaba, volvía a los trapicheos y eso le hacía sentir vivo (tal como narra en su libro «Decoded»), pero sabía que el verdadero negocio está en hacerlo legal, no porque ganes más, sino porque puedes ganar mucho, escalar socialmente y encima dormir tranquilo cada noche.

De esa manera, y a pesar de llamar a todas las puertas posibles, cuando fue aceptado por una discográfica y vio los porcentajes de royalties que le correspondían decidió montárselo solo. Tanto tiempo buscando una solución, y al final se trataba de uno mismo. Junto a Damon Dash (con el que ahora tiene una relación inexistente) y Kareem Burke fundó Roc-A-Fella Records… Y el resto es historia.

2. El poder del valor añadido

‘Big Pimpin’ fue el primer vídeo de rap rodado en un barco (en la isla de Trinidad durante el carnaval) y subió el listón de lo que hasta el momento se había establecido.

Si la regla básica del marketing es aportar valor añadido a un producto para que la gente lo adquiera y se adhiera a esos valores de éxito y elitismo, Shawn Carter lo entendió a la primera y con el vídeo de su exitoso single ‘Big Pimpin’ subió otro nuevo escalón en su imparable carrera. Talento nato y suspicacia natural.

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3. Persona y personaje son indivisibles a ojos del espectador

En un mundo con Internet, revistas del corazón, podcasts y absolutamente informado, es imposible separar a la persona del personaje, y JAY-Z lo sabe.

De ese modo (y no quiero decir que su amor no sea puro e intenso), Carter tenía claro que aun pudiendo salir con un amplio espectro de mujeres, tener de novia y luego de esposa a la mayor estrella pop del mundo sólo podía amplificar su figura y también la de ella.

El icono del hip hop y magnate de los negocios con la rutilante estrella más grande del globo. El sueño de un portal del corazón se hacía realidad y su carrera musical se hacía aún más conocida y accesible, entre otras muchísimas ventajas extra que le acabaron por abrir las pocas puertas que faltaban. El magnate del rap y la mega estrella del pop, daría para una peli, ¿eh?

4. Integración y comportamiento

Desde los skits y las letras de ‘Reasonable Doubt’ (su álbum de debut), ya sabíamos que Jay-Z piensa que uno -por muy rapero que sea- debe comportarse adecuadamente y vestirse coherentemente dependiendo del evento o el lugar en el que estés.

Esa previsibilidad en cuanto a comportamiento (y a pesar de que lo pillaron con arma ilegal y algún que otro encontronazo) ha hecho que JAY-Z suba y suba escalafones. Desde cenar con Michael Jordan a su amistad con Michael Jackson, con Barack y Michelle Obama o ser embajador de la ONU.

Jay-Z ha roto las limitaciones sociales que se tenían sobre la mayoría de raperos, y se ha labrado una carrera que a día de hoy aún no ha tocado techo. Seguiremos analizando su magistral estrategia, porque da para mucho, pero ¿alguien duda del poder de Hov a estas alturas?


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