Cuando Allen Iverson quiso meterse en el rap y la lió en la NBA

Durante todos los años noventa, aunque especialmente en la segunda mitad, los rappers y las estrellas de la NBA solían ser una combinación en juergas, fiestas, clips musicales y todo lo que uno se puede imaginar. Las estrellas del hip hop tenían la credibilidad callejera que los jugadores de baloncesto tenían y los jugadores poseían la proyección (y el dinero a lo grande) que buscaban los rappers.

Pero el binomio funcionaba bien: los artistas de rap (y la propia estética y la pose que los jugadores adoptaban) transformaron la NBA en algo cool y de acorde a los tiempos. De alguna manera, la liga de basket más popular del mundo se dejaba querer porque sus números seguían cuadrando.

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La cosa es que el hip hop (y toda su imagen: mansiones, chicas, joyas…) fue viralizándose en todo el mundo y los jugadores de la NBA -como chicos millonarios y caprichosos que eran y son- querían un poco de ese valor agregado. Entonces, comenzaron a jugar a ser raperos.

Aunque no fue el primero, si es cierto que el caso de Allen Iverson fue el más llamativo, y no para bien. En los casos destacables tenemos a Shaquille O’Neal, el único en tener una carrera decente en el género… aunque eso ya te lo contamos.

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Y la cosa es que corría el año 2.000 y se empezaba con los entrenamientos de comienzo de temporada cuando una emisora de radio de Philadelphia comenzó a pinchar ’40 Bars’, una canción de hip hop rapeada por Allen Iverson: el base de los 76ers en aquel momento y una de las mayores estrellas de la liga.

Todo podría parecer relativamente poco llamativo (dentro de lo que cabe) si no fuese porque en la canción, el jugador decía frases como:

«Acércate a mí, maricón, y acabarás durmiendo con los gusanos»

«¿Eres lo suficientemente hombre como para llevar una pistola? Sé lo suficientemente hombre como para apretar el gatillo»

Tal fue el revuelo de la letra rapeada por Allen Iverson, que el artista editó la canción y la sacó con otra letra, aunque ya se había viralizado la versión explícita. De hecho, en la NBA se pusieron tan serios con el tema que el jugador aparcó su carrera en el rap tras una dura reunión con el comisionado David J. Stern.

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Los jugadores acabaron aprendiendo que deben mantener una reputación y un respeto por aquellos que les pagan esos dignísimos (por utilizar un eufemismo) sueldos.

Cierto es que este fue uno solo de los detalles que acabaron por nublar la carrera de un jugador tan explosivo y brillante en el que, demasiado a menudo, los titulares por sus actividades fuera de la cancha superaban a los de dentro.

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Desde aquel momento, las estrellas de la NBA no han cesado de comunicar su pasión por el rap, pero si tienen claro esa manida frase de «nunca has de morder la mano que te da de comer».