The MedizineThe Medizine
Opinión

¿Es Kanye West un genio o un loco? Análisis psicológico de su figura

Por JD Romero / 23/07/2020
¿Es Kanye West un genio o un loco? Análisis psicológico de su figura

Desde que Kanye West (Atlanta, 1977) produjo varios beats para ‘The Blueprint’ de JAY-Z en 2001, ha estado en boca de todos, tanto por su impecable trayectoria musical, como por su talento para el diseño de moda y por sus incesables polémicas. Hacer un análisis psicológico de semejante artista puede servir para entenderlo mejor.

Fue quizás aquella frase en directo de «George Bush Doesn’t Care About Black People» la primera alarma que tuvimos sobre la verdadera personalidad de West: un tipo que no iba a callarse nada, que le deba igual lo que dijeran de él y que realmente se preocupaba por la política. Aunque la cosa iría mucho más allá.

¡Suscríbete a The Medizine TV!

Aquello fue solo un retazo: hubo entrevistas donde reconocía su adicción al porno, un internamiento en un psiquiátrico, el apoyo público a Donald Trump (alguien no muy popular entre los afroamericanos), una petición pública de dinero a Mark Zuckerberg, líos económicos con JAY-Z, su dudosa candidatura a la presidencia de Estados Unidos y muchas, muchas otras cuestiones.

Fueron esos y el resto de ejemplos los que nos hicieron ver que aquel chaval criado en Chicago se movía entre el talento máximo para las artes y el roce constante con la locura, algo que no es nada nuevo si miramos a muchos de los mejores artistas de la historia.

Un análisis psicológico de Kanye West

Es por ello que quise preguntar al psicólogo Buenaventura del Charco , uno de los mejores de España y un tipo que ya colaboró una vez en un artículo para The Medizine, para hacer un análisis psicológico sobre Kanye West.

Con las preguntas que me hacía en torno a la figura de Ye, parece la persona indicada, no para hablarnos sobre los posibles brotes del artista, sino más especialmente para explicarnos por qué muchos de estos auténticos talentos parecen ir de la mano casi con la locura.

La primera explicación que nos da Buenaventura es que el dolor activa una capacidad de adaptación brutal en los seres humanos, es por eso que muchas de las personas que han tenido cierto sufrimiento, frustraciones o tristeza en la infancia acaban teniendo mucho más talentos que el resto, no porque sean especiales, sino porque tienden a esforzarse más.

¡Suscríbete a The Medizine TV!

Sabemos que West no tuvo problemas económicos en la infancia, pero si hemos acabado comprobando como ha sacado a la luz mucha ira y desesperación, que suponemos viene de su niñez.

¿Van locura y genialidad de la mano?

El psicólogo del Charco también nos pone el ejemplo de Michael Jackson, que reconoció en diferentes ocasiones como se esforzaba por ser el mejor solo para que la gente lo quisiera, para tener ese amor que le faltaba en su casa, probablemente por un padre que exigía demasiado y que solo daba afecto en base a millones de discos, de entradas vendidas y de premios recibidos.

Sabemos que Jackson es el gran ídolo de West, pero además podemos establecer ciertos paralelismos entre ambas personalidades como dos tipos llenos de talento y también de dolor, salvando la distancia entre ambos.

También nos explica cómo hay un proceso que se llama sublimación y que nos hace expresar el dolor a través del arte. Muchas veces la gente que tiene inmensa necesidad de crear algo artístico suele tener un mundo interno a nivel emocional que no sabe gestionar o expresar de otro modo, de ahí esa repetida figura del artista nostálgico o triste.

¡Suscríbete a The Medizine TV!

Buenaventura del Charco habla también de la capacidad nata, del talento con el que uno puede nacer y que es una mezcla entre herencia genética y un entorno que pueda favorecer o no ese desarrollo.

En el caso de West, que sus progenitores fueran dos personas con nivel cultural facilitó que el marido de Kim Kardashian fuese primero productor y luego algo así como artista multidisciplinar, aunque bien es cierto que su madre siempre quiso que estudiase en la universidad.

Gracias a estas explicaciones psicológicas quizás podemos entender por qué vimos a West llorando contínuamente mientras daba una especie de conferencia para sus posibles votantes, por qué echaba en cara a su mujer y su suegra que quisieran internarlo en un psiquiátrico y a su vez que sea un tipo capaz de revolucionar el mundo de la producción en el hip hop y también la moda.

Si muchas veces la genialidad va de la mano con la tristeza y casi el desequilibrio mental, parece que West se ajusta a ese perfil.