«Bad»: hablemos de aquella bendita locura de Michael Jackson
Todos sabemos la importancia de Michael Jackson, pero ¿qué sabes de ‘Bad’?
En 1986, la obsesión por la prensa (y eso iba desde la más seria hasta la del corazón, pasando por radio, televisión y publicaciones físicas) con las grabaciones de Michael Jackson y toda la información relativa era una auténtica locura.
No en vano, el pequeño de los Jackson Five venía de sacar ‘Thriller’, el disco más vendido de la historia de la música y también el más revolucionario a nivel marketing y publicidad.
‘Bad’ es de lo más apreciado de Michael Jackson
Se sabía que Jackson estaba repitiendo con Quincy Jones (el mejor productor de música popular de todos los tiempos), pero no mucho más.
De ese modo y en aquel contexto, cualquier pequeña información sobre el supuesto nuevo álbum era válida para crear titulares, rumores, especulaciones y toda la histeria que rodeaba al rey del pop en aquellos momentos. Una histeria que le acompañaría el resto de su vida.
El nuevo álbum se acabó llamando ‘Bad’ y salió a la venta el 31 de agosto de 1987. Las diferentes portadas realizadas se verían reemplazadas por una fotografía en el set del vídeo de la canción homónima y se aprovechó el blanqueamiento de la piel del artista por vitíligo como estrategia de marketing.
Michael Jackson era el mayor artista de la tierra y la estrategia comunicativa pasaba de algún modo por alejarlo del resto de los humanos, de crear esa distancia que lo convirtiera en un Dios entre humanos efímeros.
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El disco se vendió como churros en todo el mundo y sigue siendo uno de los álbumes más vendidos de todos los tiempos, pero eso no es lo interesante. La parte más valiosa es que, musicalmente, ‘Bad’ era un disco que aprovechaba con creces todas las lecturas del éxito de ‘Thriller’.
Se potenciaban las canciones escritas por el propio Jackson y todos sus tics, dando a los fans lo que querían y dejando al mundo (de camino) boquiabierto con un artista que parecía no tener límites creativos.
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El álbum se mueve entre los sonidos callejeros de la canción que da nombre al disco, el pop de ‘The Way You Make Me Feel’ y ‘Another Part of Me’, la musicalidad étnica de ‘Liberian Girl’, el soul y el gospel de ‘Man in the Mirror’, la canción ligera en «I Just Can’t Stop Loving You», el rock de ‘Dirty Diana’ y las genialidades casi inclasificables como ‘Smooth Criminal’ o ‘Leave me Alone’.
Una descripción reduccionista de un disco que bebe de todas las partes posibles, aunque mayoritariamente de lo mejor de la historia de la música negra.
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El tiempo ha pasado y, por regla general, hace justicia. El rotundo éxito de ventas de ‘Bad’ y la completa locura en torno a la fama de Michael Jackson diluyeron -por parte de los críticos- la imagen de un disco que era, es y será completamente maravilloso.
Porque ‘Bad’ es excesivo Michael Jackson, la amplificación de los rasgos que lo convirtieron en el mayor artista musical de todos los tiempos y la prueba de que su talento era incomparable al resto de los artistas que había en aquella época… y de los que vinieron después.
Y ya que estamos con Jackson, no te pierdas la historia completa de su encuentro con Notorious BIG.