Leyendas perdidas de los 90’s: ¿qué fue de Canibus?
En 1997, Canibus (cuyo nombre real es Germaine Williams) era uno de los raperos más prometedores en mucho, mucho tiempo para la industria.
Su habilidad para el freestyle había convertido a este joven de origen jamaicano en la mayor promesa del panorama, y no tardó en ser fichado por Universal Records. Todo parecía estudiado y en su sitio para una longeva y exitosa carrera en el rap.
Y así comenzó, en septiembre del ’98 salía a la venta ‘Can-I-Bus’, el disco de debut del artista cuyo single de presentación (el ya legendario ‘Second Round Knock Out’) fue un hit mundial para los amantes del género.
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La canción lo tenía todo: una letra con beef incluido para LL Cool J, una instrumental producida por Wyclef Jean (de The Fugees) y un vídeo en el que el rapero salía entrenando nada más y nada menos que con Mike Tyson.
El resto del álbum tenía el equilibrio de la época cuando se trataba de conseguir grandes ventas y crear a una estrella: mensaje social, buenos raps y también canciones accesibles.
Demasiado hype acabó haciendo daño a Canibus
Aún así, las críticas fueron mixtas. Aunque Canibus se esforzó en tener buenas rimas (viniendo sobre todo de la improvisación), muchos de los críticos se centraron en que las producciones de Wyclef eran suaves y previsibles, cuestión aun más dañina cuando el de Fugees venía de hacer la música de un absoluto super ventas mundial con ‘The Score’ .
Gran parte de la culpa la tuvieron las expectativas, tanto vender al artista y su álbum de debut como algo histórico hizo que mucha gente se decepcionara al oír el resultado final, incluso siendo un buen LP.
En verano del año 2000 salía a la venta ‘2000 B.C.’, el segundo álbum de estudio del rapero, y tampoco venía exento de polémica.
En el disco, Canibus culpa a Wyclef del poco éxito de su primer disco debido a los beats (algo un poco hipócrita, todo sea dicho, dado que nadie le obligó a seleccionar justo esos), y las ventas de este segundo trabajo tampoco fueron nada del otro mundo, ni teniendo una selección notable de productores tras las instrumentales.
Tanto es así, que a pesar del hype que rodeó al artista desde que se dio a conocer, Universal Records lo liberó de todo contrato tras la salida de este segundo trabajo.
Una extraña carrera que acabó en el ejército
Tras Universal Records, Canibus siguió sacando discos (casi a LP por año) en diferentes compañías: Babygrande, Tommy Boy, RBC Records y otras más pequeñas, y con algunos siguió colándose en las listas (eso sí, mucho más alejado de sus dos primeros discos).
Y es que desde el año 2002, el rapper decidió que su carrera musical estaría en un segundo plano y se unió a las fuerzas armadas. Nunca dejó de editar discos, pero estableció que su profesión formal y su prioridad sería otra, cosa que ha seguido de ese modo hasta el día de hoy.
Aunque ‘Rip The Jacker’ (2003) fue el disco más aclamado por la crítica, la atención sobre su carrera se fue diluyendo con los años, hasta quedar relegado a algo así como «lo que pudo ser y no fue».
Sus habilidades a la hora de rimar eran más poderosas en la improvisación que en la escritura -por mucho que acabara mejorando- y las elecciones de beats casi nunca fueron lo suficientemente buenas como para construir una carrera estable.
Aún así, su voz, su estilo agresivo y siempre varios temas destacables de cada disco, hacen de Canibus alguien a tener en cuenta. Un tipo con un estilo personal y diferenciador al que quizás se le prometieron demasiadas cosas en el negocio.
A quien tampoco conviene perderle la pista es a A$AP Rocky, ya que se está jugando la libertad en su juicio en Suecia.