McDonald’s y disparos en cuarentena: locura y comida rápida
Cuando se te trata de comida rápida, sabemos que mucha gente realmente está obsesionada con el tema. En la gira conjunta de JAY-Z y R.Kelly, el segundo la lió en el autobús que los llevaba porque quería comer en McDonald’s y el chófer decía que era imposible ya que no había ninguno próximo.
Se dice que tal fue el espectáculo del cantante de R&B, que casi acaba con la amistad entre él y Shawn Carter.
Y si a este apasionamiento desbordado por las hamburguesas y complementos de Mickey D’s le sumamos el estrés de la cuarentena y una nueva normalidad que no acaba de llegar, la cosa puede llegar a extremos hilarantes de tensión.
McDonald’s y cuarentena: cuando se desata el caos
Y para muestra un botón: una mujer de Oklahoma ha disparado a tres empleados de McDonald’s esta misma semana (concretamente el miércoles 6 de mayo) cuando le dijeron que el área para comer estaba cerrada debido a la crisis del Covid-19. Los tres empleados se encuentran hospitalizados, aunque estables y pendientes de recibir el alta en las próximas semanas.
Lo más llamativo de todo (y prueba del estrés que genera en algunos lugares esta nueva situación debido a la pandemia) es que según la CNN , este es solo uno más de los brotes de violencia que están surgiendo en la ciudad.
Y es que parece que las asperezas se están incrementando con la obligación de la distancia social y las nuevas normas para la protección contra el virus.
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La mujer de 32 años y cuyo nombre es Gloria Woody, fue arrestada y llevada a comisaría al poco tiempo de sucederse los hechos.
La cosa es que, tal fue el enfado de la causante de los tiroteos, que cuando le comunicaron que no podía comer allí se fue y volvió con el arma. Es decir, no fue únicamente fruto del momento, sino que tuvo tiempo de pensarse su surrealista venganza.
Como era lógico, un portavoz de la gigantesca compañía de hamburgueserías dio el siguiente comunicado:
«La seguridad de nuestros empleados y clientes es una de nuestra mayores prioridades. Nuestros pensamientos y oraciones van para los afectados por este hecho y las buenas noticias es que sabemos que sus recuperaciones serán completas.
Es un lamentable intento de crimen para con nuestros empleados, que están intentando realizar esfuerzos de seguir ofreciendo alimentación. Estamos colaborando con la justicia para que continúen investigando este suceso».
En demasiadas ocasiones la realidad supera a la ficción, y este parece ser uno de los últimos casos. En un país como Estados Unidos en el que poseer un arma es tan sencillo, cualquier excusa parece justificada por alguien que no sea emocionalmente estable para que la use y cree un grave problema.
En este caso los empleados de McDonald’s han tenido suerte, pero no sabemos cuándo será la siguiente. Ver para creer (y comer).
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