El arte de escribir, o no escribir, en el mundo del hip hop
No hay nada sencillo en el mundo del hip hop. Recordad bien esta premisa. Algo que siempre ha llamado la atención de cualquier seguidor de la música rap, e incluso de muchos ajenos a la misma, han sido los métodos a la hora de trabajar en las creaciones.
Desde siempre se ha sabido que el rap es un género muy diferente al resto, ya sea por las formas, los sonidos o las técnicas a la hora de generar contenido. Hoy vamos a tratar brevemente este último apartado, para que vayáis abriendo boca y comencéis a investigar por vosotros mismos.
El arte con mil formas
Cuando hablamos de cómo crear una canción de rap, seguro que lo primero que se nos viene a la cabeza es la figura del rapero, sentado con un bolígrafo y un papel, apuntando sus líneas. ¿Y si os dijese que resulta sorprendente la -escasa- cantidad de raperos que realmente trabajan así?
Desde Grandmaster Caz a Ice T, hemos sabido que existen figuras que son muy de sentarse a la mesa y comenzar a dar vueltas a la cabeza hasta que tienen un material solido. Poco a poco, van creando una estructura para su canción, y van dejando impresas en el papel sus rimas. Pero no todos trabajan igual, ni mucho menos.
Se hizo muy famoso el caso de Lil Wayne, en el momento en el que el propio rapero confesaba que no escribe ninguna de sus letras. Esto nació siendo un rumor, que poco a poco fueron afirmando cantantes que habían trabajado con el de Nueva Orleans. En el documental «Tha Carter» podemos ver de qué se trata. Y es que es un error pensar que todas las canciones de Weezy han nacido del freestyle, no, no quiere decir eso.
Resulta que Wayne escucha el beat y comienza a soltar rimas, pero oye, va grabando trozo a trozo mientras va surgiendo material, y si se atranca o no se le ocurre nada, para la grabación, piensa en sus últimas frases y vuelve a partir de nuevo.
JAY-Z es otro de los raperos que aseguró que no escribía las letras, al menos antes. Y en España, también existen ejemplos de artistas que gran parte de su material fluye a partir del freestyle, como Flaccosucio.
Aunque esto no es para dividir qué raperos escriben sus letras y cuáles no las escriben. Hay mucho más que eso. Si nos fijamos en los que no escriben ya encontramos diferencias: quienes hacen freestyle total y quienes van improvisando pero deteniéndose para grabar párrafo a párrafo.
Entre los que escriben también existen muchísimas diferencias. Eminem ve la composición como un rompecabezas, así lo afirma en el documental «Something From Nothing», del año 2012.
Él se genera una imagen mental de una pieza, con la que va jugando, pensando qué y cuántas palabras puede meter entre el inicio y el final de la frase. Como un sandwich. Qué palabras puede llegar a usar para adjudicar un buen punch a la línea. Y no sólo en papel: Eminem confiesa haberse llenado las manos de tinta en muchas ocasiones, hasta que estas se quedaban llenas de palabras y tenía que pasarlas a un folio.
Precisamente, una de las figuras a estudiar de forma intensiva si lo que buscas es complejidad en las letras, ese es Treach, componente de Naughty By Nature:
I can snap, rap, pack, click-clack, patter-pat-pat
Take that ass to the point you have to ask for your ass back
A fucking joker smoker, taunted by no one
If I was born in Chung Li’s temple I would’ve turned out a shogun
Si queremos hablar de leyendas vivas tenemos que fijarnos en Inmortal Technique. Él confiesa que ha de sentirse en un estado alterado, activo, para escribir sus mejores letras. Se ejercita, practica boxeo y llega con la sangre hirviendo, subiendo a su cerebro para reflejar una lucha, una lucha sobre el papel.
¿Qué hay de la figura más reconocida del rap internacional? Tupac. A día de hoy muchas figuras siguen faltándole el respeto a la estrella de Harlem, asegurando que tampoco hacía nada que no haga un rapero de la actualidad. No vamos a entrar a valorar semejante estupidez, pero vaya. Sirve de perfecto ejemplo para conocer lo que es tener un don, el duende.
Cuando Pac se encerraba en el estudio no se asentaba ni en el espacio común. Dejaba a Dr. Dre a los mandos de los aparatos y él se encerraba en la cabina de grabación. Allí le pedía que subiese el volumen al beat, se sentaba, cogía su bolígrafo y su papel y escasos minutos después ya tenía todo listo para grabar. Grababa la toma y repetía el proceso: dale más volumen a eso. También nos explica esto la increíble cantidad de material que sigue surgiendo por su parte a día de hoy.
A veces no importa el destino sino el camino. Y desde luego que incluso cada vez surgen nuevas fórmulas. Y no está nada mal leer acerca de ellas cuando es algo que te interesa.
Lil Pump, ¿escribe o dirá lo primero que se le venga a la mente?