¿Ha hecho Ghostface Killah el mejor disco de rap del año?
Quién iba a decirle a un jovencísimo Dennis Coles, más preocupado por trapichear para dar de comer a sus dos hermanos (con distrofia muscular tal como relataba en ‘All That I Got is You’), a su madre, y a pagar el alquiler, que cuando se hiciese famoso con su apodo de Ghostface Killah acabaría siendo el miembro más estimulante en lo musical del grupo de rap más icónico del mundo.
Y no solo en la parte sonora: el micromundo propio de Ghostface, con sus maneras propias de expresarse, sus tics y sus características (ropa, joyas, aficiones, apodos…) lo convertirían en todo un símbolo de personalidad propia dentro del negocio, hasta el punto de editar un libro llamado «The World According to Pretty Toney» hablando sobre el tema.
Dicho de otra manera: el que en principio era un segundón a todos los niveles dentro del clan, acabó por ser el que acapararía más atención por parte de los fans del rap. Podríamos decir que mediáticamente ese puesto corresponde a RZA, pero por cuestiones más extramusicales que musicales, con lo que seguimos dándole el trono a Ghost.
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Es por ello que cada nuevo proyecto musical de Ghostface (y sus devaneos han sido varios y la mayoría geniales) es todo un evento para los amantes del rap, y viendo la calidad cinematográfica de su último proyecto, sabíamos que quería darlo todo. «Ghostface Killahs» se llamaría este último trabajo y, tras varios clips bastante narrativos, salía el larga duración al completo, y no podíamos sino correr a oírlo con toda nuestra concentración.
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Ya con la introducción de Kung Fu setentero, dilucidamos que Ghostface Killah quiere volver a sus raíces y hacer un disco de rap clásico enfocado a sus fans y a los seguidores más cercanos a su sonido y el del Clan. También es así con las colaboraciones elegidas, en las que cuenta con muchos de sus habituales: Method Man, Cappadonna, Inspectah Deck, Sun God (que es su propio hijo), Shawn Wigs, Solomon Childs y Masta Killah.
Quizás echamos de menos a alguno que otro, especialmente a Raekwon.
El sonido del clan se recupera en ‘Me, Denny & Darryl‘ y vemos que el álbum empieza fuerte, del mismo modo que en la más rockera ‘Burner To Burner’ (que incluye todo un riff de guitarra). De ahí pasamos a ‘Flex’, más soulera y uno de los mejores cortes del disco. Al igual que el single ‘Conditioning’, también de instrumentación de música negra clásica pero quizás más latino.
‘Party Over Here’ -a pesar de su título- es un tema de tempo reativamente lento, como ya pudimos comprobar en el vídeo que acompañó al single. Y de ahí pasamos a otros temas destacables como ‘Pistol Smoke’, ‘New World’ (con ese increíble bajo y el sample funk), la más agridulce y experimental ‘Waffles & Ice Cream’… Hasta cerrar el álbum con la setentera y acelerada ‘The Chase’ y la maravillosa y de nuevo soulera y casi galáctica ‘Soursoup’.
‘Ghostface Killahs’ no es sólo el último álbum de Ghostface Killah: es la respuesta de un artista hipertalentoso, trabajador y legendario buscando su sitio en el podio de la definición de rap en mayúsculas, y esa ambición se nota sólo en la historia conjunta que narra en los vídeos editados hasta la fecha. Un larga duración que ya en la primera escucha es fantástico y que no podrás quitarte de los cascos una vez le des más oídas.
Puede que estemos hablando del mejor disco de ra`de lo que va de año, aunque eso es tan subjetivo como personal. Una cosa sí queda clara: ha vuelto el gran Pretty Toney y lo ha hecho con fuerza y como mejor sabe hacerlo.
Otro discazo, aunque este es un classic de la old school, es ‘Southernplayalisticadillacmuzik’ de OutKast. ¿No sabes por qué?