Los terroríficos detalles de Diddy: tráfico sexual, depravación y más

Era algo que se veía venir y sucedió ayer: el magnate del hip hop Sean Combs alias Diddy fue arrestado ayer en un céntrico hotel de Manhattan. Como saben, hasta once demandas por todo tipo de abusos (especialmente de índole sexual) se cernían sobre el fundador de Bad Boy Records.

Pues bien, hay más noticias al respecto, y es que según confirman medios como TMZ , Combs está oficialmente imputado con cargos muy graves. Concretamente se trata de delitos por tráfico sexual, crimen organizado y secuestro, eso es lo que dicen los documentos oficiales.

Esos mismos documentos también hablan de trabajos forzados, prostitución, uso de narcóticos, rapto, incendios provocados, sobornos y obstrucción a la justicia. Según estos documentos, el propósito de Combs era operar un negocio global de medios de comunicación, entretenimiento y estilo de vid. La cuestión es que el neoyorkino era capaz de hacer lo que fuera por mantener esa posición.

Por supuesto, la documentación también menciona la dificultad del empresario y artista para controlar sus deseos, especialmente los sexuales. De ahí la supuesta explotación de mujeres (y hombres) e incluso la contratación de trabajadores sexuales.

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En los papeles se menciona como Diddy grababa las fiestas que acababan en orgías y también con el magnate introducía a mujeres en su entorno para luego tener la pretensión de tener relaciones con ellas, incluyendo el uso de la fuerza o amenazas, lo que muchas veces acababa con estas mujeres teniendo relaciones con trabajadores sexuales.

Con respecto a los cargos por drogas, se mencionan cocaína, oxicodona, Xanax, GHB, MDMA y Ketamina. Una de las mayores curiosidades son los detalles con respecto a lo que se encontró en los registros, y es que las fuerzas especiales dieron con más de 1.000 botellas de aceite infantil y lubricante. Han leído bien.

No hace falta ser un genio para decir en este punto que el futuro de Sean «Diddy» Combs no pinta bien. Aunque como siempre decimos, que sea la justicia la que hable.