“Ju-On: Orígenes”: el inicio del clásico de terror de la mano de Netflix
Cuando se estrenó «La maldición» («The Grudge» ) en 2002 se convirtió casi de modo instantáneo en un clásico y en una película de culto. Cosa que tampoco era fácil, puesto que la moda de terror asiático estaba en pleno auge en aquella época y no se paraban de estrenar cintas del género con los mismos países (y ciertas cuestiones estéticas y narrativas en común).
Cosa que también era lógica. Cuatro años antes el mundo vió «The Ring» (dirigida por Hideo Nakata en el 98) y cambió la percepción (y moldeó el gusto) a un nuevo cine de miedo con una especie de mitología diferente que nos parecía innovadora y terrorífica.
Unas películas de terror que conectaban de algún modo con nuestros horrores más profundos, además de no sonarnos a algo ya visto, como si ocurría con los filmes de ese género que provenían de Estados Unidos o Reino Unido y que repetían unos patrones muy definidos.
Netflix se basa en el clásico de terror japonés «The Grudge»
De «The Grudge» se hicieron hasta cuatro partes japonesas, una primera y segunda parte en Estados Unidos y una especie de reboot este mismo año, producida por el genio Sam Raimi aunque de resultado irregular.
El rédito que se le ha sacado a la primera película con tantas versiones y secuelas nos ayudan a hacernos una idea del impacto que tuvo (y sigue teniendo) la mitología creada en el largometraje original.
Así que tampoco es de extrañar que en pleno boom mundial de las series y las plataformas explotándolas al máximo se hiciese una de «The Grudge», producción de solo seis capítulos, producida por Netflix y llamada «Ju-On: Orígenes». Un título poco estimulante para el público español, cosa que seguro estás pensando.
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En la miniserie (producida en Japón) y dirigida por Sho Miyake, se explora con más detenimiento la historia de «The Grudge», tomándose su tiempo, construyendo personajes e interconectando de ese modo con un cine de terror más clásico: ese que no sólo basa su éxito en el ruído, las imágenes impactantes y los fuegos de artificio.
Con una historia enriquecida que completa lo que ya sabíamos y llena los huecos narrativos, «Ju-On Orígenes» satisface plenamente a los fans de la fábula original, pero también a aquellos seguidores del terror que desconozcan la saga japonesa y sus reboots y remakes norteamericanos.
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La serie se apoya en una buena dirección, una genial fotografía, unas localizaciones terroríficas, una narrativa con un buen timing y unas actuaciones levemente alejadas a las sobreactuaciones japonesas que nos sacan del film a muchos de los occidentales.
Parece hecha conscientemente para tener una difusión y repercusión internacional y se liman esas cuestiones que nos chirrían a los que consumimos en la otra parte del mundo.
«Ju-On Orígenes» es una miniserie que van a disfrutar absolutamente los fans del terror asiático, que respeta una serie de cánones diferenciadores que ya conocemos, pero que también será aceptada de buena manera por el público más conservador o desconocedor del nicho concreto. Un buen producto que explota y expande una mitología interesantísima de la que no cabe duda se seguirán sacando más y más series y largometrajes.
Y tampoco tenemos ningún problema con ello, dicho sea de paso.
Hablando de Netflix, estas son de las mejores series de la historia de la plataforma.