Lil Xan: «Mi propio mánager era quien me conseguía las drogas»

A pesar del progreso y de los avances tecnológicos, las últimas dos décadas no han sido las mejores para la felicidad de las personas. Los llamados millenials (por mucho que suene a tópico) han vivido en unos tiempos de crisis económicas, de cambio de valores, de Covid-19 y de obsesión por las redes sociales.

Una serie de circunstancias que ha hecho que podamos tener las generaciones con más talento, pero a su vez las que tienen uno niveles más alto de infelicidad, depresión, desmotivación y similares. Es por ello que el consumo de drogas se ha disparado, al final, solo se trata de huir del dolor, y estas son el remedio más rápido y sencillo para esquivar esas heridas emocionales de las que -casi- nadie quiere hablar.

Como saben, Lil Xan no solo es conocido por su música, sino también por los problemas que ha tenido en el pasado con las adicciones. Pues bien, el artista no ha tenido ningún reparo en revelar que su antiguo manager (Stat Quo) era quien le conseguía las drogas , aún siendo conocedor de la disyuntiva que tenía con las mismas.

De hecho, estas han sido sus palabras al respecto:

«¿Os acordáis de la historia de Lil Peep cuando su equipo de mánagers le daba drogas y eso simplemente no le estaba ayudando? Eso me ocurría a mí en las giras con mi mánager, bueno, aunque ya no es más mi mánager, Stat Quo, recordad ese nombre: Stat Quo. Porque cuando estaba de tour en 2018 en Nicki Minaj y Juice WRLD, era un drogadicto. Y mi mánager era el que me conseguía las drogas»

¡Suscríbete a The Medizine TV!

Unas declaraciones bastante llamativas. Tanto es así, que Xan pretende emprender acciones legales contra su exmánager, aunque no sé hasta qué punto serán consistentes, ya que él era joven en aquel momento, pero mayor de edad. Sea como sea, un manager debería (en teoría) cuidar de su artista, además de conseguirle los mejores contratos para directos.

Claro que esa es la teoría, en la práctica algunos prefieren hacer negocio extra con sus artistas… aunque eso sea a costa de la salud (o la vida) de sus propios representados.