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Lo-Life: la historia completa de la obsesión por Ralph Lauren

Por JD Romero / 02/01/2021
Lo-Life: la historia completa de la obsesión por Ralph Lauren

¿Qué es eso de Lo-Life? Aunque hoy en día mucha gente conoce Ralph Lauren por ser un diseñador del máximo nivel pero dotado de dar a la moda urbana justo lo que quiere, mucha gente no sabe que la firma empezó como una marca de corbatas.

Pero no fue hasta un año después cuando el diseñador (cuyo nombre real es Ralph Lifshitz, ya que es descendiente de judíos Ashkenazis) plantó la semilla de lo que le convertiría en leyenda y en una obsesión para muchos.

Ralph Lauren: de vender sólo corbatas en Manhattan a una obsesión para muchos

En 1968, Lauren comenzó su línea para hombres, que llamó Polo debido a su amor por los deportes. Es por ello que podemos ver una silueta de alguien practicando este deporte en el popularísimo logo de la firma neoyorkina.

Desde el comienzo, la firma destacó y todos veían en aquel joven del Bronx una proyección brutal, tanto que Bloomingdale’s vendió durante un tiempo la línea en absoluta exclusiva, algo que la cadena nunca había llevado a cabo con anterioridad.

La aparición de Woody Allen y otros iconos con ropa Ralph Lauren en la maravillosa «Annie Hall» no hizo sino acrecentar un símbolo que conectaba la exclusividad con las calles de una manera antes no explorada.

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Pero tenemos que movernos hasta finales de los ochenta para entender el movimiento Lo Life, un grupo de gente que hizo de su obsesión por la firma su modo de vida, hasta el punto de robar o lanzarse a las calles a vender crack si era necesario. Vayamos al principio.

Los orígenes del «Lo-life»

Fundado oficialmente en 1988 por los ya legendarios Thirstin Howl the 3rd y Rack-Lo (ambos de Brooklyn), el sufijo «Lo», simplemente venía de la palabra «Polo» y, siendo reduccionista, el grupo basaba su filosofía en ir enteramente vestidos de Ralph Lauren de la cabeza a los pies.

La eterna historia aspiracional que ha funcionado en las marcas desde hace décadas, aunque muy posiblemente la firma que hoy nos ocupa fue la primera en conectar de un modo tan profundo con los barrios más desfavorecidos.

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Tan en serio se tomaban el movimiento, que en 1989 Rack-Lo comenzó «Lo Goose on The Deuce» que eran básicamente encuentros en la calle 42 que incluían conocer a otros, hablar sobre moda, fotografía, ir al cine u oír música rap.

Durante los primeros años, el grupo fue considerado de pandilleros por las autoridades porque la única manera que tenían de conseguir la ropa era robándola, algo que se fue diluyendo con el pasar de los años.

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Lo que empezó con dos grupos de amigos de Brooklyn hoy se ha extendido por todo el mundo y encontramos fans de Polo Ralph Lauren que lo conectan explícitamente con el hip hop en Europa, Asia o Australia.

Pero no podemos ignorar que uno de los puntos decisivos tuvo lugar en 1994, cuando Raekwon (de Wu-Tang Clan) sacó la chaqueta Snow Beach de Ralph Lauren en la a icónica canción ‘Can it Be All So Simple’ junto a Ghostface Killah.

Ni siquiera sé si hace falta subrayar que esa chaqueta es uno de los objetos más buscados y codiciados de la historia de la moda.

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Con el paso de los años, el movimiento de los Lo-Lifes se ha filmado en documentales («Head to Toe: The Lo-Life Story»), libros («Lo-Life: An American Classic) e incluso canciones, como ‘Bury Me With The Lo On’.

Como ha ocurrido muchas otras tantas veces, los movimientos más globales (que son adquiridos por otros por sentirse de manera genuina y auténtica) comienzan en los barrios más humildes y se convierten en imparables.

En España no iba a ser para menos, y tenemos voces que canalizan esa esencia Lo-Life como Elio Toffana, alguien que conoce el mundillo de primera mano.

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Hoy Ralph Lauren factura unos seis billones de dólares al año (con datos de 2019) y sigue funcionando precisamente por lo mismo que los miembros del movimiento Lo-Life buscan la marca: por ser capaz de conectar la moda más aspiracional con el deporte, la obsesión por el logo, la calidad en los materiales y unos diseños diferenciadores (que inspiraron a otros como Tommy Hilfiger).

Y queda claro que la vida de Polo Ralph Lauren como firma va para largo.