«Mesías», la joya de Netflix que ha pasado desapercibida
Lo cierto es que casi desde «La historia más grande jamás contada» (1965), las películas sobre Jesús o el mesías están de capa caída. Es verdad que «La pasión de Cristo» (dirigida por Mel Gibson en 2004) fue todo un acontecimiento, pero más por lo llamativo y explícito de su propuesta que porque volviese a poner de moda el tema, cosa que no sucedió.
Si es cierto que hay una serie de películas muy interesantes que tocan la temática de alguien que dice ser Dios o venir de su parte, entre las que destacamos la muy notable «The Man From Earth» que dirigió Richard Schenkman en 2007. Cine independiente pero más que efectivo en una película reconocida por cinéfilos pero con apenas trascendencia al gran público. Hay que buscarla y verla.
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Esa ambiguedad entre alguien que dice venir de Dios y que no te lo demuestra con hechos impresionantes ni llamativos pero si con otros que dan mucho que pensar es la base de «Mesías» («Messiah»), una de las últimas grandes apuestas de Netflix. Una producción que parece salirse de las propuestas más fáciles y menos polémicas comunes en la plataforma, aunque parece haber pasado desapercibida.
«Mesías», una apuesta interesante y arriesgada: ¿un dios o un loco?
La serie cuenta la historia de como varios agentes de la CIA investigan a un misterioso personaje salido de la nada cuyos seguidores (que empiezan a contarse por miles) piensen que no sólo puede obrar milagros, sino que puede tratarse de una toda una deidad en la tierra. Unos que piensan que es un loco y otros (sus fieles) más que convencidos.
La producción basa su interés en esa dualidad presente entre si se trata de un humano común con ciertos problemas psicológicos o si es realmente un ser superior. La calmada presencia del actor Mehdi Dehbi es uno de los grandes pilares de la serie, haciendo de un tipo misterioso, interesante, sabio, sin miedos y absolutamente seguro de sí mismo.
La dirección, la fotografía, las localizaciones y el uso del hebreo ayudan a crear una atmósfera que acompaña a la perfección en una serie contemplativa, misteriosa y que se toma sus tiempos. Es por esas razones que puede apasionar a unos y ser tediosa para otros, de ahí el poco consenso en las críticas profesionales y amateur. Al final se trata de apostar por ella (o no) y que cada uno saque sus conclusiones.
Por parte del aquí firmante, la serie me ha mantenido atento y la he visionado casi de una sentada, razones de sobra para recomendarla. Pero además de eso, la de disfrutado por alejarse completamente del tema y el tono de la mayoría de series actuales y por ser tan arriesgada y valiente por momentos, a pesar de ciertos tópicos norteamericanos presentes. Si buscas salirte de lo de siempre, esta puede que sea tu serie, si no, tienes mil opciones entre las que perderte.