Michael Jordan dona 100 millones de dólares para combatir el racismo

Durante las últimas semanas, Michael Jordan ha estado de nuevo en boca de todos por la magnífica y extensa serie documental «The Last Dance» de Netflix. Los diez capítulos nos han servido para refrescar la memoria y conocer un poco mejor la figura del legendario ex jugador, aunque también para pasar -de puntillas- por algunas de las polémicas de su vida.

Historias un poco más oscuras que incluyen su afición por apostar (que le llevó a relacionarse con gente poco recomendable, por utilizar un eufemismo) y su pasotismo histórico a la hora de mojarse política o socialmente.

Famosas y sonadas fueron sus palabras «Los republicanos también compran zapatillas» cuando se negó a apoyar públicamente al candidato demócrata afroamericano que se presentaba por su Carolina del Norte natal, aunque en privado hizo una ingente donación a la campaña del político.

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Todas estas sombras del admiradísimo Michael Jordan volvieron a salir a la luz con «The Last Dance», pero parece que el jugador y su propia marca de ropa deportiva quieren arreglar lo que hayan podido hacer mal en el pasado en este aspecto.

Y lo van a hacer de la manera más llamativa (y puede que efectiva) posible para una compañía multimillonaria, donando nada más y nada menos que cien millones de dólares (cifra que se dice pronto) para luchar contra el racismo y en favor de la «igualdad racial, la justicia social y un mayor acceso a la educación», según comunicaba Jordan Brand en texto oficial.

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La donación se repartirá durante unos años a todas aquellas entidades que demuestren de una u otra manera su batalla contra las diferencias raciales y contra el racismo. Estee Portnoy, la portavoz de la compañía declaraba lo siguiente:

«Hasta que no se erradique completamente el racismo que hace que las instituciones de nuestro país fallen, seguiremos comprometidos con proteger y mejorar las vidas de las personas negras».

De este modo tan claro y contundente, una de las marcas más grandes y conocidas del mundo pone su granito de arena en una lacra que parece no acabar nunca, y que ha tenido en el brutal asesinato de George Floyd la enésima prueba de que el racismo sigue tan vivo y latente como hace décadas. Nuestra más sincera enhorabuena a Michael Jordan y a Jordan Brand por la iniciativa.