Nick Young: El Profeta del Swag
Nick Young debe ser a la fuerza uno de tus jugadores favoritos de la historia, y a estas alturas, todo el mundo debería saber que Nick Young en realidad es ‘Swaggy P‘.
‘Swaggy P’ es el profeta del swag, la sonrisa eterna de toda la NBA, el jugador que más tarda en decidir sus outfits (sorry, Westbrook) de toda la liga, el mismo que decide tatuarse “In Swag We Trust” en su brazo izquierdo y dejar su brazo derecho limpio, porque éste solamente lo tiene para encestar:
No tats on the right arm Strictly for buckets
— Nick Young (@NickSwagyPYoung) agosto 15, 2014
Pero, ¿de dónde sale el alter ego del escolta de los Lakers? Él mismo ha dado varias versiones en los últimos años, cada cual más peculiar. En NBA GameTime dio esta explicación: «Creo que si te ves bien, juegas bien. Así que ya sabes, el ‘Swaggy’ empieza por cómo entro al campo – cómo me pongo las zapatillas que llevo. La ‘P’ es un misterio. No puedo decírtelo. Puede que algún día escriba un libro«.
En la revista SLAM siguió con el misterio de la P: «La ‘P’ es un misterio. Todavía no puedo desvelar el secreto. […] Fue uno de mis primeros apodos, así que nadie lo sabe y lo mantengo en secreto. La gente sigue preguntando por ello, así que empecé a decir que es un misterio. En un par de años os diré algo».
Pero sin duda, la mejor fue la que nos dejó en una entrevista, de la cual subió una parte a su Instagram, donde nos cuenta con una sonrisa que el nombre de Swaggy P «se lo trajo DIOS en sueños», y en esas mismas declaraciones también venía a redondearlo, diciendo que el apodo es bíblico: «Es bíblico. En el Antiguo Testamento. El profeta del Swag«. «Dios me habló en un sueño y me dio ese nombre. Y yo dije: ‘¿Sabes qué, Dios? ¡Ese nombre es divertido! ¡Puede que tenga que empezar a usarlo! Y desde aquel entonces me he llamado Swaggy P. Es un nombre familiar».
Ser el “Profeta del Swag” conlleva sus responsabilidades, y Nick lo intenta demostrar en la cancha con su estilo de “score-first/showtime runner” y fuera de ella con su interminable fondo de armario lleno de todo tipo de frikadas, además de su propio shoe closet con sus cientos de pares de zapas. Aquí podemos echarle un vistazo a su armario de hace un par de años antes de llegar a L.A. Sin duda, una de las mejores colecciones de sneakers del mundo ya por entonces (con cuidador y limpiador de zapas de su entourage incluido).
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Y es que para ser un “profeta del Swag tienes que vestir bien y jugar bien».
Swaggy P también sabe que para hacer honor a ese nombre hay que saber jugar el otro game. Dicho y hecho ligándose a Iggy Azalea, a la que comenzó cortejando via Twitter tras su llegada a Los Angeles desde los Sixers. ¿Quién ha dicho que nadie puede ser profeta en su tierra? Épicos son sus consejos y recursos para mejorar en esto del love game; atentos a cómo empezó la cosa con Iggy Azalea (con el hashtag #wcw en Twitter) y al truco de invitarlas a cenar pero también a preparar la cena: «DÉJAME QUE COMPRE ALGUNOS INGREDIENTES PORQUE NO SÉ COCINAR». Muy Swaggy P todo.
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En una reciente entrevista a Sports Illustrated, decía notar que Iggy está esperando un anillo en el dedo y oír campanas de boda, pero Swaggy reconocía que “aún no he llegado a ese punto”. Así que para compensarlo le regaló a la cantante un Ferrari Italia 458 totalmente blanco. Para el recuerdo queda ya aquel: “Lo que voy a hacer con esto no debería ser legal«.
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Nick Young ama muchas cosas: el culo de Iggy, a Kobe, la carne de ternera, a Gilbert Arenas, Yves Saint Laurent, Hollywood, los Lakers, zapatillas exclusivas, tirar triples, a sus bulldogs ingleses llamados Jelli y Space Jam… Todas estas pasiones tienen cabida en la nueva casa que ha comprado recientemente con la australiana, donde ha construido hasta una “caseta” sólo para guardar sus más de 600 pares de sneakers y para la que ha contratado a dos guardias de seguridad. Así de importante es esa colección exclusiva (todos los sneakerheads podemos decir eso de “we feel you, Nick”).
Al parecer, la casa está llena de todas esas cosas que Nick adora, pero sobre todo, repleta de símbolos del swag sagrado, murales en su sala de billar con su apodo en graffiti, zapatillas personalizadas con “Swaggy” bordado en la derecha y “P” en la izquierda, cojines enormes con las iniciales “S” y “P” bordados en oro y hasta una foto de él mismo en un traje de Versace firmando su contrato de 21.5 millones de dólares en los despachos de los Lakers. Toda una mansión dedicada a profetizar el swag. “Swag es confianza, es cómo vestir, cómo actuar, debe ser toda tu persona. Se lo digo a Iggy todo el tiempo, no puedes preocuparte por lo que piensen los demás, YOU’VE GOT TO HAVE THAT SWAG”. Él mismo define su estilo así: “Es cuando James Bond se junta con el Príncipe de Bal Air”.
Nick siempre ha sido un personaje peculiar de la NBA, pero los focos de la prensa y del público en general no empezaron a dirigirse hacia él hasta que volvió a su ciudad natal para jugar con los Lakers. Todo Hollywood supo que Young era un filón para sus intereses desde el primer día, en el que contrató a un fotógrafo personal para que no se perdiese ninguna foto de sus partidos en el Staples Center. Ahora hasta su hijo Nick Jr. es modelo de ropa infantil, y es que el gen swaggy corre por su sangre.
Las raíces del este alter ego parecen venir de hace tiempo, siendo un recién llegado a la liga, en Washington Wizards, se juntó con otro de los mayores personajes que ha dado la NBA moderna, Gilbert Arenas, al que siempre ha admirado y que fue su “mentor” en muchas facetas, prestándole el mismo Arenas una tarjeta de crédito para que Nick le hiciese las compras y recados a cambio de varios iPhone y algunos MacBook, todos pagados gracias al multimillonario contrato que Arenas firmó con la franquicia de Maryland. Incluso estuvo viviendo los primeros meses de rookie en casa del Agent Zero, que trataba a Nick como al hermano pequeño que nunca tuvo. Tan importante llegó a ser esa conexión que Arenas en cada partido buscaba a Nick siempre que podía para pasarle el balón y que anotase, hasta llegó a fingir una lesión de rodilla durante unas jornadas para que así Nick pudiese tener más minutos en cancha. También ha confesado que, entre otras cosas, se colaron en una boda en Phoenix un día antes de un partido con los Wizards y Nick terminó dirigiendo el brindis para asombro de todos los presentes.
Igual que fuera de ella, en la cancha, Nick Young es puro show, reconoce que cada vez que tiene un balón en sus manos es feliz. Adora tirar, triples, mid range jumpers, reversos imposibles, siempre quiere buscar el tiro espectacular, eso se ve en los vídeos que comparte en IG . Uno de sus favoritos es el 360º layup , que tiene bastante perfeccionado,
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También consigue que a Kobe le entren pequeños ataques cardíacos por sus acrobracias:
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Nick Young ama el basket, y como cualquiera que ama este deporte, acude a la raíz, al basket más puro, al que se juega en la calle, en el asfalto. Es bastante común encontrar a Swaggy participando en torneos veraniegos de streetball, ya sea en Venice Beach o en la famosa Drew League de LA.
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Así como en las prestigiosas canchas de NYC como la West 4th o Rucker Park. Eso es algo que nadie le puede negar, el amor por este deporte, y los que de verdad lo aman no pasan las vacaciones en la playa, se las pasan en el asfalto o en cualquier pista. Nick es uno de ellos. Es cierto que es alérgico a dar asistencias, pero que no nos engañen sus gestos o frases, ser el profeta del swag también es demostrar confianza en sí mismo (aunque a veces sea excesiva). Cada vez que entra a la cancha, le dice a su defensor “Tío, no sé por qué te han hecho esto».
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A Nick hay que amarlo sin pensar, porque sino no tiene sentido su figura. Para que Nick Young sea un factor importante en un equipo hay que dejarle un mínimo de libertad. Nick es ese jugador del que sus compañeros de equipo han dicho varias veces que, tras un tiempo muerto pedido por el entrenador, sale a cancha y pregunta: “Uh… ¿Qué jugada vamos a hacer?”. Cuando se ha topado con entrenadores cuadriculados que no comprenden el espíritu libre que es Nick, se ha perdido. Como en 2011, cuando confesaba lo siguiente: “Sí, intenté bajar el ritmo de juego, intenté pasar más la pelota aquí, pasar la pelota allá, jugar el pick ‘n’ roll… pero me sentía como un robot”, y así Nick no funciona, se entristece y no rinde. En palabras de su ex entrenador en USC (dónde firmó tres años excelentes, devolviendo a los Trojans al mapa de la NCAA basket) por aquella época: “Estaba preocupado por él porque pensé que nadie iba a llegar a comprenderlo en la NBA”.
Fue justo ahí, en verano de 2011, cuando empezó a dejarse el pelo afro y a replantearse su carrera. Escuchaba el tema de Soulja Boy ‘Pretty Boy Swag’ en repeat día tras día, y así su mente le transportaba a sus días de joven jugando en High School (donde fue mejor jugador de L.A. junto con Jordan Farmar) y en las canchas de L.A. area. Empezó a comprender que para ser feliz y ayudar a un equipo NBA debía “soltarme, ser yo mismo, dejar de pensar tanto”, y ahí fue cuando decidió renombrar su cuenta de Twitter como @NickSwagyPYoung. Nacía entonces de su alter ego, de lo que sería a partir de ese momento las dos caras de una misma moneda. Finalmente había conseguido su propia marca registrada y el sueño de jugar y ser feliz haciéndolo en la franquicia de su ciudad, perfecto.
Podría parecer que Nick se toma el baloncesto a broma, pero nada más lejos de la realidad, se lo toma muy en serio y lleva con él el peso de la muerte de su hermano cada vez que sale a una cancha. Nick aún maldice el día en el que un miembro de los Blood confundió a su hermano mayor (Charles Jr.) con un miembro de otra banda rival y terminaba con su vida en un aparcamiento de L.A. mientras esperaba a su mujer. Es por él que sale cada día a la pista con una sonrisa, Swaggy es feliz cuando toca un balón, y sabe que juega por dos.
Nick Young está en esta liga para recordarle al resto de jugadores que hay que disfrutar de lo que hacen, transmite esa alegría y ese buen rollo a todo el equipo, puede perder el partido e irse enfadado al vestuario, pero al día siguiente es el primero en llegar al entrenamiento con una sonrisa saludando a todo el staff de la instalaciones. “Mi padre dice que sonrío para evitar llorar” dice Nick, “no se si es cierto, lo que sí es verdad es que a veces sonrío para esconderme”.
Para terminar, hay que hacer mención a su última aventura en unas vacaciones con Iggy, en las que al parecer tuvo un encontronazo con unos delfines que querían levantarle a la novia. Este vídeo es el resumen perfecto de Nick: habla de la NY Fashion Week, sus encontronazos con los delfines y confunde dos veces a su compañero Jordan Hill con JAVALE MCGEE.
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Por favor, Swaggy P, no cambies, the game needs you.
PD: Para el que quiera conocer el lado personal de Nick y sus orígenes, cómo le afectó la muerte de su hermano y porqué decidió ir a USC en vez de a UCLA, recomendado este pequeño vídeo de la gente de SB Nation: