5 razones por las que «Padre de familia» es mejor que «Los Simpson» hoy en día
Si nos paramos a pensar, probablemente Matt Groening (Portland, 1954) nunca pensó que una serie nacida prácticamente como copia (aunque en realidad parodia cualquier familia americana media) podría llegar a tener una legión de seguidores tan inmensa, tantas temporadas y que hoy en un artículo nos lleguemos a plantear si es mejor que su propia creación.
Y es que el problema de «Los Simpson» es su gigantez. Una serie tan inmensa, tan histórica y con tantos seguidores que en los últimos diez o doce años (o quince) se ha vuelto demasiado acartonada y conservadora, tanto que casi podríamos decir que ha perdido la chispa.
El miedo a no perder a sus seguidores de toda la vida ha hecho que evolucione lentamente y cuando lo hace (lo podemos ver en casi cualquier nuevo capítulo) no parece hacerlo de modo natural, fresco y espontáneo como sí le ocurre de modo tan franco a «Family Guy».
Si es cierto que desde el principio «Padre de familia»‘ (serie creada por el hiperactivo Seth MacFarlane) tuvo su legión de fans, fue con la caída de los guiones de «Los Simpson» cuando parece haber cogido más fuerza. Hasta el punto que una serie nacida como segundona ha acabado siendo preferida por muchas personas de todo el mundo.
Pero no vamos a engañarnos, el valor histórico: el impacto y la valía casi revolucionaria de «Los Simpson» por lo que significan y han significado siempre es y será mayor que el de su competidor, aunque a día de hoy pensamos que «Padre de familia» funciona mejor y aquí las cinco razones principales:
5. Más imprevisibles
Empezar un capítulo de «Padre de familia» es no saber qué va a pasar un segundo después.
Ese atractivo de absoluta imprevisibilidad (y es que puede pasar cualquier cosa a cualquier nivel) es una de las razones por la que la serie es mágica.
La siguiente frase o escena puede ser burda, puede ser profunda o puede ser una referencia a cualquier persona del mundo que sea digna de ello, aunque tú no la conozcas (alguna vez incluso te han dicho «búscalo en Google», como en el caso del blanqueamiento de piel de Sammy Sosa). Y eso, entre muchas otras cosas, convierte a la serie en fascinante.
4. Más referencias culturales
Y como habíamos dicho en el punto anterior: de cualquier tipo. Famosetes de tercera, directores de cine, músicos, autores de cómics, deportistas, actores de Hollywood, series antiguas, dibujos animados, marcas comerciales de cualquier nivel…
Si «Family Guy» necesita un ejemplo para hacer un chiste buceará y encontrará a la persona perfecta hasta que te quedes impresionado con la imaginación y el talento de estos tipos. Esa sensación de enriquecimiento (aunque pueda sonar a coña) está presente en la serie y es un grandísimo punto a su favor.
3. Mejores historias
Con tantos años de «Los Simpson» y con el afán de contentar a un público relativamente fiel, la serie se ha vuelto más conservadora que su propio público y eso ha hecho que muchos de esos fans hayan ido dejándola progresivamente.
«Padre de familia», sin embargo, tiene a día de hoy mejores historias que su competidora más directa y que su propia serie en muchas temporadas anteriores: un poco de actualidad, un poco de los tics de cada personaje, un poco de burradas y el resto de características y el resultado es tan fresco como innovador dentro de su propia guía de estilo.
2. Mucho más valiente
Donald Trump como un perfecto idiota o George W. Bush consumiendo sustancias nocivas son algunos de los miles de ejemplos del coraje de «Family Guy».
Si también valoramos que la serie de MacFarlane pertenece a la Fox (ultraconservadores) nos damos cuenta de la completa y total valentía del creador y sus guionistas para retratar los temas de actualidad y sus personajes sin ningún tipo de atadura.
Algo muy valorable en los tiempos de las personas intocables y las demandas por cualquier cosa.
1. Equilibrio perfecto entre humor inteligente y humor de sal gruesa
Así es: una de las mayores virtudes de la serie protagonizada por Peter Griffin, su familia y amigos (y es que el circulo cada vez es más grande) es que juega con humor absurdo, humor estúpido, humor complejo y todos los grados posibles.
De ese modo, uno está viendo una serie zafia y al siguiente gag están hablando sobre la realidad del atentado de las torres gemelas, y luego vuelven a algún chiste abstracto y así.
«Family Guy» está construida con unos cimientos tan variables que la hacen no solo un producto disfrutable, sino algo mucho más rico y complejo bajo un paraguas relativamente accesible. Y, a día de hoy, yo creo que es mejor que «Los Simpson».
Just sayin’.
No hay más preguntas, señoría.
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