5 razones (de peso) para volver a comprar discos de vinilo
Quién te iba a decir que en 2020 aún te estarías planteando comprar discos de vinilo. Y es que con cada revolución llega la contrarrevolución.
Me contaba un amigo distribuidor de productos licenciados como la venta de los juegos de mesa (ya saben, con un tablero, cartas y dados) había crecido un 30% en el último año, algo curioso cuanto menos en unos tiempos en que la tecnología ha llegado tan arriba que da para entretenimiento digitales sublimes. Y distantes.
La cosa es que la gente se cansa de las cuestiones no tangibles, del aspecto no físico de los productos y necesita volver a planos más reales. Del mismo modo que el ejemplo anterior, las ventas de vinilos llevan varios años subiendo sin parar, y es rara la tienda de tecnología que se precie que no incluya ya una mayor o menor sección de discos.
¿Por qué volver a comprar discos de vinilo en plena era digital?
Aunque hay mucha gente que nunca lo ha dejado (y comenzaron a coleccionar hace años o décadas) y siempre han tenido sus Technics 1200 preparados en el salón, hay muchos otros que han empezado en la afición de un tiempo a esta parte. Y sin tener el ánimo de ser DJ’s ni nada parecido, buscan, indagan y coleccionan un formato musical que parecía estar muerto y de un tiempo a esta parte parece estar más vivo que nunca, sin ser ni cómodo ni práctico ni actual.
Y como una realidad que existe, que ha existido y que parece afianzarse cuanto más avanza lo digital, hoy te damos cuatro razones de peso para dejarte de Spotify, Tidal y demás sucedáneos y volver a las raíces.
1. El sonido
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En los sellos adecuados y con el gramaje correcto, el sonido de los discos de vinilo es muchísimo mejor que el de los compact discs, y no hablemos ya de los MP3’s.
Como sabéis, en este último formato se elimina gran parte del peso y las ondas sonoras de cada canción para que «ocupe» menos. Con los discos de vinilo no ocurre eso.
2. El diggin’
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Ir a cada ciudad del mundo a la que uno viaja y buscar las tiendas de vinilo, descubrirlas y ver lo que tienen.
Una rutina que es una completa adicción para muchísimas personas y que forma parte de sus vidas.
3. El coleccionismo
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Como en tantas otras aficiones, una de las mayores razones para los amantes del vinilo es tener la mejor colección. No solo se trata de la más grande (que también puede ser), sino de la que contenga más rarezas difíciles de conseguir.
El snobismo en estado puro, pero ¿no es así en tantos otros hobbies?
4. La vuelta a lo físico
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Un disco de vinilo es un artículo tangible y disfrutable no solo en cuanto a sonido, sino en el simple hecho de tenerlo en las manos. La portada grande, la contraportada, sacarlo, ponerlo en el plato y soltar la aguja sobre él.
Una experiencia mucho más física en un mundo digital y más frío.
5. El apoyo a una industria mayor
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Artistas, discográficas, distribuidoras, transportistas, Almacenamiento, tiendas, trabajadores... La música oída en plataformas digitales se salta gran parte de la estructura musical que da de comer a miles de personas, el disco de vinilo como producto físico conlleva a un grupo mucho mayor de personas hasta ponerlo en tu casa. Incluso si los pides por Internet.
¿Entiendes ya por qué comprar discos de vinilo está en auge?
De vinilos saben un rato los turntablists, como DJ Jose Rodríguez, campeón de scratching del mundo al que hemos entrevistado tras su última victoria.