Review de «Hasta el fondo: La historia de PornHub» de Netflix

PornHub no solo ha logrado convertirse en la plataforma sobre contenido adulto más popular del mundo, sino también en la única en lograr que su marca, su logo e incluso su música de entradilla se conviertan en icónicas. Lógicamente, con Netflix estrenando un documental sobre la historia del popularísimo sitio web solo podíamos sentarnos, coger las palomitas y disfrutar del show.

Sin embargo, y aunque el documental es notable, lo cierto es que no es exactamente lo que uno espera. Y, repetimos, no es que no sea excelente, es que a muchos se nos ha pasado (al menos al que firma esto) todo lo que estaba ocurriendo con respecto a la exitosa web de contenido adulto.

Con entrevistas a algunos de sus trabajadores más destacados, productores de contenido sexual y actores y actrices, «Hasta el fondo: La historia de Pornhub» cuenta el nacimiento, desarrollo y explosión de una web gestionada desde un gris edificio en Canadá. Es decir: trabajar en PornHub no es como trabajar para «El lobo de Wall Street» o similares. Más bien es una aburrida tarea donde lo que manda es la programación, el posicionamiento y los algoritmos.

Dirigida por Suzanne Hillinger, la pieza documental explora durante casi 100 minutos los claroscuros de una plataforma de esta índole: por una parte dio de comer a miles (quizás millones) de voluntarios creadores de contenido para adultos, pero por otro también hay (o había) subidos clips de relaciones no consensuadas o de menores.

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Para más inri, cuando las víctimas se ponían en contacto con la exitosa plataforma, estos tardaban demasiado en eliminar esos vídeos, con lo que –en ocasiones– acababan alojados en otros sitios. Por supuesto, había 35 personas dedicadas a revisar esos vídeos que podían ser delictivos, aunque quizás era poco personal comparados con los 15.000 revisores que tiene Facebook, por ejemplo.

«Hasta el fondo: La historia de PornHub» es una buena metáfora de este tipo de mega empresas: por un lado, da de comer y logra una vida cómoda a miles de personas, por otro, destroza la de muchos otros que ven como la violación de la que han sido víctimas acaba siendo monetizada por terceros. Y no es que PornHub no haya intentado enmendar (relativamente) la situación, sino que quizás el monstruo que han creado es demasiado grande incluso para ellos, al ser la novena web con más éxito del mundo.

Es por ello que decíamos que una sensación agridulce al reproducir el documental, si bien sacia nuestra necesidad de conocimiento y nuestro interés, también nos muestra la cara desconocida del sitio y la faceta más terrorífica del ser humano. Esa cara que es capaz de aprovechar cualquier oportunidad (como una web de contenido adulto de éxito creada por otros) para enriquecerse con los que buscan contenido para depravados.