¿Te has preguntado por qué es «Scarface» un clásico del rap?
La historia de «Scarface» (en España «El precio del poder») es más que curiosa. Una película con un director fantástico (Brian De Palma) y un casting acertadísimo (Al Pacino, Michelle Pfeiffer, Steven Bauer…) y que sin embargo acaba siendo un fracaso en taquilla cuando se estrena.
Sin embargo, a su paso por el videoclub empieza a ser alquilada y alquilada hasta terminar no solo siendo rentable por el boca a boca, sino considerada un absoluta película de culto y todo un negocio en ventas de licencias por merchandising.
Una de las miles de piezas de merch de «Scarface» que se venden en el mundo.
Al contrario de lo que ocurría con la mayoría de películas, «Scarface» llega a la gente al acercarse al pueblo en el videoclub: todos empiezan a hablar de ella, de su violencia, de su lenguaje, de sus actuaciones, de la banda sonora y es por ello que termina como todo un clásico del ghetto… Y del rap.
Nadie de los involucrados en la película se lo esperaba, pero así acabó siendo.
¿Por qué «Scarface» acabó convirtiéndose en un símbolo para los rappers?
Pero, ¿por qué conectó tanto en su día con las clases más desfavorecidas? Más allá de tener unas características que la convierten en una cinta tan excelente cinematográficamente, su historia aspiracional tenía todo lo que los jóvenes de las viviendas protegidas de Estados Unidos querían en ese momento.
La historia de un joven inmigrante cubano que llega a Estados Unidos como pobre con -literalmente- una mano delante y otra detrás y acaba haciéndose multimillonario. Sin duda, un guión que conectaba con aquellos jóvenes que necesitaban un halo de esperanza y veían en Toni Montana un: «si él puede, nosotros podemos».
Es por ello que las menciones a la película, los samples de frases, las muestras de la banda sonora han sido utilizadas miles de veces en muchos de los mejores discos de la historia del rap. Tanto, que si vemos la película en versión original, descubrimos que nos sabíamos la mitad de las líneas del diálogo del film.
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‘The World is Yours’ de Nas, ‘Money, Power, Respect’ de The Lox, ‘Moment of Clarity’ de JAY-Z, ‘Criminology’ de Raekwon, ‘Ten Crack Commandments’ de Notorious BIG o ‘Leatherface’ de Big Pun son sólo algunas de las muchas, muchísimas canciones que rinden tributo a la cinta de 1983.
Sería imposible mencionar a todos los rappers que hablan de la película
Esos niños que alquilaron la película, la vieron en televisión y quedaron impactados por la actitud de Montana de «eSil mundo el tuyo». Así, acabaron convirtiéndola en un film de culto tardío con la que sus propios productores ni siquiera pensaron que podrían recuperar el dinero al estrenarla en cine.
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Hoy en día es un fenómeno multimillonario entre venta de Blu-Rays, camisetas, tazas, figuras de coleccionista, posters, videojuegos y todo lo que pueda imaginarse. Pero no nos engañemos y los que los árboles nos dejen ver el bosque: «Scarface» es una película sobresaliente a todos los niveles y su valor objetivo va muchísimo más allá de ser un símbolo para un género musical.
Por cierto, la película de la que hoy hablamos es un remake libre de «Scarface, el terror del hampa», dirigida por el legendario Howard Hawks en 1932 e interpretada maravillosamente por Paul Muni, producción que también recomendamos. Quizás una sesión de cine con las dos versiones de «Scarface» puede ser un gran plan, ¿no?
Al fin y al cabo, el mundo es vuestro.
Si buscas algo con lo que pegarte un buen maratón de cine esta tarde, aquí tenemos unas maravillosas recomendaciones de Kevin Smith.