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Opinión

Una pequeña obra de arte llamada «Spider-Man: No Way Home»

Por JD Romero / 28/12/2021
Una pequeña obra de arte llamada «Spider-Man: No Way Home»

La última saga de Spider-Man (protagonizada por Tom Holland) tenía todos los riesgos para ser un fracaso o acercarse mucho a ello, entre los cambios constantes de protagonista -entre Tobey Maguire y Holland estuvo Andrew Garfield– y los líos en los derechos del súper héroe, que significaron un gran debate entre Sony y Marvel.

Sin embargo, el correctísimo tratamiento del personaje, la perfecta elección de actores, la integración del lanzarredes en el universo cinematográfico Marvel y unos guiones multidimensionales con todo tipo de lecturas (y que hacían felices a los pequeños, a los mayores, a los fans más acérrimos y a los casuales) ha acabado que esta trilogía sea un éxito de crítica y público: el compendio perfecto que el de Queens se merecía.

Y «Spider-Man: No Way Home» es el más y mejor de las tres películas, la maravillosa guinda del pastel que consigue contentar a todos en una especie de puzle en el que incluso encaja los posibles defectos: los tres actores que han encarnado al personaje más popular de la historia de Marvel en tan -relativo- poco tiempo.

¿Qué esperar de «Spider-Man: No Way Home?

Dirigida por Jon Watts (el mismo realizador tras las dos anteriores), la película narra la dificultad de Peter Parker para vivir una vez que su identidad secreta es revelada, por si fuese poco, tendrá que enfrentarse a todos los enemigos (absolutos clásicos, todo sea dicho) del resto de universos paralelos.

Eso sí, contará con la ayuda de Doctor Strange y de otros dos héroes que os podéis imaginar.

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De este modo, «Spider-Man: No Way Home» se convierte en el nexo de unión perfecto que aúna acción, humor, drama, nostalgia, reconocimiento del pasado cinematográfico del personaje, guiños a los seguidores fieles (incluso el abogado es Matt Murdock) y encaje perfecto en el inmenso ecosistema de Marvel.

Una película apabullante en lo narrativo (y en la fuerza de sus protagonistas, tanto los héroes como los enemigos) y que sabe pararse y tomarse su tiempo para ser también los suficientemente contemplativa y emocional -sin llegar a ser lacrimógena- cuando debe.

Exacto: debes correr a ver «Spider-Man: No Way Home», porque nunca está de más volver a tener nueve años durante los próximos 148 minutos de tu vida.