Si tuviéramos una sección llamada «ídolo del día«, este tío posiblemente sería el elegido de hoy. Hablamos de Turki Bin Abdullah, un multimillonario saudí que estos días se ha hecho un hueco en las noticias por su última visita a Londres. Supongo que sobre lo que es un «multimillonario» no hacen falta muchas explicaciones…

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Vamos al lío. Este tipo se ha hecho famoso en nuestra prensa porque el otro día decidió darse un viajecito hasta Londres nada más ni nada menos que con cuatro coches de oro de su colección. Por lo visto, los vecinos se quejaron por el ruido que hacían los motores de los vehículos. (Ya, ya, claro). Al tipo no creemos que le importara mucho, más teniendo en cuenta que tiene el poder adquisitivo como para costearse una flota de coches de un valor aproximado de 1,8 millones de dólares.

¡Pero eso son tonterías para Turki! En fin, si se puede permitir traerlos hasta aquí, también se podrá permitir pasearlos y buscarles una buena plaza de aparcamiento mientras se da todo tipo de lujos… Porque claro, estos cuatro coches son sólo la punta del iceberg de toda una vida llena de dinero y extravagancias. Por ejemplo, es un dato curioso conocer que ha sido capaz de poner a un guepardo vivo al volante de uno de sus coches. Bueno, le sentó allí y le ató el cinturón, no tenemos más información de la historia.

Le hubiera pegado más un Jaguar. #lol

Le hubiera pegado más un Jaguar. #lol

Entre los motores que conduce: un Mercedes G63 AMG 6×6, de seis ruedas, (534,000 dólares), un Lamborghini Aventador valorado en 506,000 dólares, un Bentley Flying Spur o un Rolls-Royce Phantom Coupe -estos cuatro son los que trajo a Londres. En el rato libre que le dejan sus transacciones con el petróleo, se da un paseo por París o la capital inglesa y duerme siempre en los mejores hoteles.

No hay nada como tener dinero, dicen. Lo tengáis o no os dejamos con algunas fotos de los tesoros del multimillonario, para que vayáis pensando en qué gastaros vuestro próximo billón.