El chasco de volver a ver «Sexo en Nueva York» en la actualidad
El paso del tiempo es lo único que puede hacer que un clásico deje de serlo, sobre todo hoy en día, que puedes ver prácticamente todo lo que quieras, cuando a ti te apetezca. Pero la opinión sobre ese contenido puede cambiar porque tu manera de ver el mundo no es la misma, y eso puede que te suceda con “Sexo en Nueva York”.
Esta serie hizo historia en su momento por retratar la vida de cuatro amigas que viven en la Gran Manzana y que hacen lo que les da la gana con sus vidas. Imagínate tú lo que tuvo que implicar en su momento tener a una protagonista follando con gente diferente en cada capítulo.
Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte fueron una revolución por representar a “la mujer empoderada” que vive su vida según sus propias normas, pero sintiéndolo en el alma, hoy en día todo esto ya se queda corto.
Hace 22 años desde que pudiste ver por primera vez «Sexo en Nueva York»
Claro, han pasado 22 años desde que se estrenó el primer capítulo en aquel junio de 1998 y valoramos un montón que trataran temas tabú como el aborto, la homosexualidad y el papel de las mujeres en la sociedad.
Sin embargo, si vuelves a ver la serie en 2020, te das cuenta de que todavía quedaba mucho por hacer y por mejorar en ciertos aspectos, que harán que odies a personajes que antes no veías con tan malos ojos (aka Mr. Big) y que comprendas mejor a otros.
Quizá en su momento ya tenías una visión muy completa y crítica de lo que ocurría, y ya pensabas que Carrie no tenía que haber vuelto una y otra vez con Big, pero yo, que hace relativamente pocos años no me cuestionaba tanto ciertas cosas, ahora no puedo con esa relación.
Y como este detalle, miles más. Porque el amor no es eso que vive la protagonista todo el rato con ese señor que nunca quiso lo mismo que ella.
No me puedo creer que esto me esté pasando de nuevo.
Es más, ahora que he vuelto a revisitar “Sexo en Nueva York” me he dado cuenta de que Bradshaw ya no es el icono que fue a principios de los 2000, porque tendría que haberse dado cuenta de que estaba con alguien que jamás iba a encajar en su concepto de pareja, y dejarlo en la primera temporada.
Aún así la historia duró literalmente hasta 2010, que se estrenó la segunda película y en la que, sorpresa, Carrie sigue con Mr. Big a pesar de que continúan sin querer lo mismo.
Carrie no es el icono que creía que era
Críticas como esta podríamos sacárselas a prácticamente cualquier personaje de la serie, pero obviamente esta es la trama principal de todas las temporadas y eso hace que sea un error garrafal.
Si “Sexo en Nueva York” se hubiera grabado y emitido en esta década, Carrie Bradshaw habría huido en el minuto uno y habría dejado de “luchar por amor”, porque eso es cosa del pasado y hoy en día sabemos que si la relación es así, es mejor dejarla.
Por eso te llevarás un chasco muy grande en la actualidad, porque descubrirás que la protagonista no es quien pensabas, y fijarás tu atención en sus compañeras, encontrando en ellas algo más que solo ropa y amor, porque las mujeres tenemos muchos más intereses a parte de esos.
Además, observarás como caen en prejuicios y clichés a la hora de representar a la gente que no es blanca, o heterosexual, y cómo los cuerpos no normativos no tienen cabida tampoco.
El caso es que es fascinante ver cómo cambian las cosas, dependiendo del enfoque que le des. Porque lo que ha cambiado no es “Sexo en Nueva York” , es todo lo demás, y eso ha hecho que se me caiga un mito.
Es probable que si volviera a verla dentro de un tiempo, me pasaría esto mismo pero con otros aspectos diferentes, así que creo que voy a dejar las cosas como están por el momento, y me centraré en ver contenido nuevo, no vaya a ser que me cargue alguna otra serie o película que me encantaba hace tiempo.
Si te quedas también un poco chof después de rever «Sexo en Nueva York», te recomendamos que le des una oportunidad a «Hollywood», la miniserie de Netflix que habla sin tapujos del racismo en la industria del cine.