‘The Black Album’: el retiro de Jay-Z que nunca se produjo
En 2002 y con Tupac y Biggie muertos, había un buen montón de rappers que copaban las listas de éxitos, pero la mayoría no estaban considerados grandes iconos. Nas y Dr. Dre sí, por poner dos ejemplos claros, pero sus estrategias de comunicación y sus personalidades más bien introvertidas los hacían ir un pasito por atrás.
Con Eminem pasaba justo al contrario: tenía tanta necesidad de atención y se tomaba (en parte) tan poco en serio a sí mismo, que no podía ser considerado el símbolo que la sociedad buscaba. Un icono que contentara a los de la calle y a los de Wall Street.
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JAY-Z (Brooklyn, 1969), como siempre, supo leer el momento y ya desde ‘The Blueprint’ empezó a labrarse esa imagen entre megaempresario, tipo que sabe codearse con las élites, buen artista, cierta credibilidad en las calles y una imagen impoluta. Si había que llevar la camiseta de los Knicks se llevaba, si había que ponerse el traje y encenderse el puro también se hacía.
La construcción definitiva del icono de JAY-Z
De ese modo y con ese compendio perfecto, el teléfono de Shawn Carter no paraba de sonar para diferentes proyectos, y entonces decidió la estrategia ideal. Se trataba simple y llanamente de hacer algo que ya habían hecho muchos otros: anunciar una supuesta retirada para dedicarse a los negocios.
De este modo, Carter daba dos mensajes: el primero, que debíamos comprar el disco porque pondría toda la carne en el asador; el segundo, que era tan reclamado por las altas esferas empresariales que para él el rap era ya secundario. Aunque se tratase de solo un mensaje, como estrategia era inmejorable. Y vaya si funcionó.
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El neoyorkino anunció que trabajaría con los mejores productores, en algo así como un repaso a lo mejor de la historia viva del rap. Y luego todo culminaría en un concierto celebración en el Madison Square Garden, justo lo que acababa de hacer Michael Jackson un año antes. Está claro que Jay sabe mantener los ojos abiertos.
Los productores elegidos serían Rick Rubin, 9th Wonder, Timbaland, DJ Quik, Eminem (como productor), The Neptunes, Kanye West o Just Blaze, un listado espectacular en el que echamos en falta a gente como Premier, RZA, Dr. Dre, Peter Rock o Large Professor, pero no se puede tener todo en la vida.
Productores históricos para un ‘The Black Album’ casi perfecto
Como era de esperar, el disco debutó número uno y vendió casi medio millón de unidades en la primera semana.
Y aunque las críticas profesionales fueron dispares, el tiempo ha dejado a ‘The Black Album’ (cuyo título se inspira en un disco de The Beatles y otro de Metallica) como un gran LP, equilibrado, serio, auténtico y que es justo lo que musicalmente quería ser.
Como todos intuíamos, el retiro musical de JAY-Z duró poco y pronto vino nueva música, pero el disco fue (y es) tan notable que nos importa más bien poco la estrategia trazada para vender más unidades.
Carter quería dar un golpe de efecto para situarse tan por encima del resto que nos dio la imagen de que ya no necesitaba el rap aun siendo un rapper, y la cosa la funcionó musical y estratégicamente. Un tipo listo.
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