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Opinión

‘Speein’ Bullet 2 Heaven’: Una bala perdida rozando el cielo

Por Fran Mellado / 10/12/2015
‘Speein’ Bullet 2 Heaven’: Una bala perdida rozando el cielo

Desde que Kid Cudi lanzase su primer disco han pasado seis años, y la evolución del artista ha sido más que notable. Sin embargo, los seguidores que obtuvo con ‘Man On The Moon: The End Of Day’ y ‘Man On The Moon Vol. 2: The Legend Of Mr. Rager’ se han ido reduciendo con el paso del tiempo. Y es que los años marcan, enseñan y moldean la vida de cualquiera; profundizamos en nuestro interior. Y ello es lo que precisamente ha hecho Scott Mescudi, algo que se ha trasladado de forma inevitable a su expresión artística: la música, y por extensión, a su nuevo álbum ‘Speedin’ Bullet 2 Heaven’.

A pesar de que sus portadas nunca fuesen convencionales, a excepción del ‘MOTM2’, en ésta se aprecia un cambio distintivo con respecto a sus anteriores trabajos. Así como en ‘SATELLITE FLIGHT’ se podía observar la silueta de Cudi superpuesta a una galaxia y en ‘Indicud’ el fuego propio de una explosión enmarcado, en ‘SB2H’ encontramos a un Cudi perdido en un bosque sufriendo una experiencia extrasensorial. Es decir, sigue creyendo estar al margen del resto de humanos, pero ya no es el mismo hombre en la Luna, sino aquel con los pies en la Tierra y su alma en otra dimensión, la suya.

Eso quiere decir ‘SB2H’, el alma de Kid Cudi flotando alrededor de su cuerpo vacío en el borde del precipicio. Esa es la imagen que nos muestra en su track inicial ‘Edge of the Earth/Post Mortem Boredom‘, donde las ideas suicidas brotan a borbotones sobre un fondo de guitarra y batería; «Hanging on the edge of the earth. Oh what a beautiful scene. Oh what a beautiful end scene to see» (Colgando en el borde de la tierra. Qué escena tan preciosa. Qué última escena tan preciosa para ver).

El disco es una auténtica oda al suicidio, y Cudder lo hace latente con el mismo título; una bala que se dirige a toda velocidad hacia el cielo. Sin duda es el hilo conductor que une las veintiséis canciones que corresponden al álbum. Por ejemplo en “CONFUSED!”, en donde se aborrece a sí mismo y desea terminar con todo: «I hate the gun but I want the sun» (Odio la pistola pero quiero el sol). La idea se repite también con especial fuerza en ‘Screwed’,  ‘Speedin’ Bullet 2 Heaven’ e ‘Insides Out’.

No obstante, el suicidio no es lo único que muestra Cudi en su álbum. El tema del abuso de las drogas, un clásico a lo largo de su carrera, aparece con fuerza en ‘Man in the Night’, en donde hace alusión a su tema posiblemente más conocido, ‘Day ‘N’ Nite’. A pesar de ser su gran recurso en ‘Fuchsia Butterflies’ y ‘Adventures’, es en el tema ‘The Nothing’ en donde el de Cleveland demuestra sus serios problemas con cualquier tipo de droga. La cocaína es la más presente cuando canta eso de “chop chop”; “Scary scary growing weary. Chop chop chop it up cut it(Miedo miedo, aumenta el cansancio. Corta corta córtala, córtala. Claramente).

Pero la cosa no acaba aquí. El odio intenso, la rabia propia del Mr. Rager de 2010 hacia aquellos que difaman en su contra por considerarse distinto al resto. Pero no sólo sus detractores alimentan este sentimiento, sino también la búsqueda de respuestas a la vida y el amor para ser feliz, la impotencia de no saber dejar de buscarlas para alcanzarla, pues ésta es algo que debe llegar solo. Como dice en ‘Fade 2 Red’, “Fought in the dark, fought in the pain. Return of the rage, return of the rage(Pelea con la oscuridad, pelea con el miedo. Vuelvo de la rabia, vuelvo de la rabia).

Finalmente, Scott tocará un tema que siempre le ha acompañado, el desamor; presente en canciones como ‘Man on the Moon’ o ‘Mr. Solo Dolo’. En ‘SB2H’ hace especial hincapié en cómo desaparece el amor de una relación a pesar de quedar los restos mortales de los amantes, cómo ha sido utilizado por sus parejas, cómo les quería ofrecer el amor verdadero pero ellas lo rechazaron. Así aparece en ‘Fairy Tale Remins’ y ‘Wedding Tux’, canción de la que cabe resaltar una frase que describe a la perfección la perspectiva del artista sobre sus parejas: “Just an emotional slave slut” (Sólo una puta esclava emocional).

Aunque exponga pensamientos tan profundos en sus temas, Kid Cudi ha perdido muchos seguidores a lo largo de su carrera precisamente por indagar en sí mismo y no seguir haciendo lo que nos encandiló en sus primeros discos. Y esto es lo que le ha vuelto a pasar este año. Ya avisaba en Twitter estos días de que no calificásemos este disco como Hip Hop, sino como Alternativo. Pero puestos a exigir, lo podríamos calificar como «Kidcudiano», porque, suene mejor o peor, con o sin guitarras, es único y distinto a los demás.