Hablemos de ‘Los Ángeles’: el proyecto del que se olvidan cuando hablan de Rosalía
Si hay alguien que genera debate prácticamente a diario en la cultura general de nuestro país, esa es Rosalía, la artista del mes en The Medizine. La artista catalana está siempre en boca de todos, todo el mundo sabe quién es y todo el mundo entra a debatir sobre su persona y su obra: que si venía a revolucionar el flamenco y ahora se dedica al reggaeton, que si se ha olvidado de donde viene, que si el autotune, que si el acento y un larguísimo etcétera.
Sin embargo, mucha de esa gente -no vamos a decir toda, por si alguien se salva- que critica esto, y muchos de los que apoyan cada movimiento de la catalana -no olvidemos que tiene un fandom especialmente fiel- se olvidan de algo. Os estoy hablando de su primer disco: ‘Los Ángeles’.
Más de uno de los que estáis leyendo este artículo no sabréis ni de qué os estoy hablando, porque sin duda este es el proyecto olvidado de la artista. Más allá de ‘Catalina’ -tema del que hablaremos luego- es un álbum que nadie nombra cuando habla de ella y, sin embargo, creo que fue el que comenzó toda una revolución.
«La chica esta que venía a revolucionar el flamenco…»
https://twitter.com/MGuti21/status/1170282197678546944
Basta con poner en el buscador de Twitter las palabras «revolucionar», «flamenco» y «reggaeton» para darse de bruces con gran cantidad de mensajes iguales al que os he puesto aquí arriba. Y diréis con razón: ¿y esto qué tiene que ver con ‘Los Ángeles’? Pues que mientras todos estábamos bailando el ‘Despacito’, esta señorita estaba dándole la vuelta al circuito flamenco gracias a ese proyecto.
En 2017, antes de todo, llegó esta mujer, paya, sin tradición familiar, sin demasiada experiencia dentro del flamenco -más allá de haber trabajado con Rocío Márquez- con un productor que venía del rock y el hardcore como Raül Refree, y sacan un álbum versionando temas flamencos del siglo XX y mezclando unos con otros, cuyo único denominador común es que todos tocan el tema de la muerte. Además, lo hace con un sonido totalmente diferente al que había. Si eso no es una revolución…
Esto no gustó nada a los grandes puristas del género que, creedme, dentro del flamenco son muchos. Si en su momento se criticó a Camarón por usar un bajo eléctrico y sitares, imaginaos lo que le podrían decir a una chica de 23 años por coger un extracto de una canción de Manolo Caracol -figura respetadísima dentro del flamenco- y darle la vuelta. Sin embargo, pudo con eso y con más.
El disco, pese a las críticas, fue todo un éxito. Tanto, que traspasó más allá de círculo -en ocasiones tan cerrado- que rodea al flamenco. A raíz de esto, los medios generalistas se hicieron eco: todo en Rosalía era sorprendente, desde su voz hasta su aspecto, sin obviar el hecho de que con esa edad debutase con un disco cuyo tema central es la muerte, de ahí que muchos no quisieran ni oír hablar de ella.
La muerte vista desde todos los puntos
Hemos hablado ya de la repercusión que tuvo el proyecto, pero apenas hemos hablado del proyecto en sí. Como ya hemos dicho, es un proyecto en el cual se versionan canciones de gente como Antonio Molina, Pepe Marchena -considerado por muchos el gran divulgador del fandango – o Miguel Vallejo.
El proyecto gira en torno a la muerte, al igual que el ‘Mal Querer’ lo hace en torno a una relación tóxica. A lo largo del mismo la vemos desde diferentes perspectivas, creo que este es el aspecto más chocante del álbum. Y es que las canciones hablan desde el punto de vista de un hijo que ve a su madre muerta, como en ‘Nos Quedamos Solitos’, hasta el de un marido que mata a su mujer por haberle sido infiel, como vemos en ‘Por Castigarme Tan Fuerte’.
Pero estamos hablando de un disco que versiona todas sus letras. Algo especial tiene que haber en la interpretación, y vaya que si lo hay. Cada parte de ‘Los Ángeles’ está estudiada en ese aspecto, sabiendo cuándo alzar la voz y cuándo ponerla bajita. Pero va más allá de eso: sólo con escucharla sientes lo que dice la letra. Por ejemplo, en ‘Día 14 de Abril’, la letra habla de la muerte de su hermano, y justo en esa parte parece que va a romper a llorar.
Otro ejemplo de esto lo tenemos en ‘Por Mi Puerta No Lo Pasen’, que cuenta la historia de un hombre cuya amada ha muerto. Se nota el rechazo que tiene hacia la figura de la mujer, pero también ese amor que le guarda, y todo eso queda reflejado en la interpretación.
Sin embargo, más allá de la muerte y de la interpretación, el proyecto es un homenaje. Un homenaje a todos esos discos de flamenco antiguo que le ponía su maestro en esto, Chiqui de la Línea, de ahí es de donde salen las letras que cantaba La Niña de los Peines o el Niño de la Huerta. Esos discos en los que, más allá del sonido o la técnica, lo importante era la emoción.
Yo reivindico la emoción como lo principal, lo primario.
Estamos ante un disco que es totalmente diferente a lo que se había escuchado antes dentro del flamenco, que rompe los cánones, algo que hemos visto cómo sigue en el ADN artístico de Rosalía. Ella sabía que le iban a llover críticas, y aún así lo hizo y concibió un disco espectacular, que te llena de pena pero que te da pequeños globos de esperanza y alegría. Nunca será tarde para volver a darle al play.
‘Los Ángeles’ es un pedazo de disco, pero no es de este año ni es de rap, así que no puede ser el mejor disco de este año pero, ¿lo es el último de Ghostface Killah?