Ohra Kiràly, la joven promesa nacional que quiere enamorar a la escena
Seguro que hasta ahora no habías escuchado el nombre de Ohra Kiràly, una joven que acaba de debutar su primer single ‘Mirrors’. Pero estamos convencidos de que cuando descubras de lo que es capaz, no pensarás si quiera en perderte una sola publicación suya. Por eso vamos a contarte quién es Ohra, y nos hemos puesto en contacto con ella para conocerla de forma más íntima y dejar que nos informe por ella misma de lo nuevo que está preparando.
El origen
Nacida en Málaga bajo el nombre Laura Kiràly Montes, esta joven promesa tuvo una infancia de lo más movidita. Literalmente, porque siendo hija de padre húngaro, Laura pasó su infancia más temprana en Suecia para luego volver a España y asentarse en Granada. Ella misma señala estos desplazamientos como el origen de la variedad cultural que hay en su vida, y de la que beben en las canciones que hace de lo más eclécticas, como si fuera una mezcla de varias razas musicales.
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Por ahora sólo contamos con un videoclip de Ohra, este ‘Mirrors’ tan increíble trabajado por L de Dolores que nos ha dejado con muy buen sabor de boca y con ganas de más. Por otro lado la producción musical corre a cargo de Lemonboi. Pero espera, espera, ¿quieres saber más de este diamante en bruto? Vamos a dejar que sea ella quien nos cuenta lo que está por venir.
Cara a cara con Ohra Kiràly
Ohra, ¿cuándo comenzaste en la música?
Más que en la música, en la «creación». Siempre he sido una persona inquieta, siempre he tenido impulsos creativos, del tipo que fueran. Me gusta dibujar, me apasiona la escultura, bailar, escribir, componer música y en definitiva cualquier manifestación artística. En cualquier caso, estas manifestaciones de «mí» hacia afuera, y en concreto en la música, son cosas que he hecho desde que tengo uso de razón: la típica de cantar en la ducha, cuando de cría jugaba en el parque con la gente de mi calle yo me encargaba de la banda sonora del teatro que nos hubiésemos inventado, mis Bratz eran cantantes y bailarinas (bastante ortopédicas, eso sí), cuando me ponía melancólica, me iba a la playa a cantar en la orilla, y ese tipo de cosas eminentemente ñoñas que te orientan desde muy pequeña a unas aficiones determinadas.
Por lo que decidiste dar un paso más y trabajar en ello, ¿no?
Al margen del ámbito del impulso y la curiosidad casi natural por la música, tuve unos años más académicos dando clases de solfeo y violín. No obstante, por circunstancias de la vida, esto duró poco, y no fue lo que me dio la salida musical actual, ni supuso en ningún momento mi abandono por la música, pero bueno, está ahí y supongo que algo haría.
Sabemos que pese a que sólo hemos escuchado ‘Mirrors’, ya habías publicado música anteriormente, ¿verdad? Hablamos de dos etapas.
Rakky y yo fuimos vocalistas de un grupo de «punk rock» que, bueno, no salió del trastero donde ensayábamos, pero nutría las ganas igualmente. El relacionarme con toda esta gente hizo que conociese más la música de mi entorno, que me soltase musicalmente, ya que hasta el momento sólo había cantado para mí y para mi familia: ahora estaba en la calle y tenía un público igual de interesado en esto que yo. Mis amigos empezaron a pedirme estribillos, partes en canciones, que formase parte de un grupo de rap algo más poético y alternativo… Quise sacar un trabajo más personal, en solitario, pero de nuevo, los factores externos a la voluntad son condicionantes.
¿Cómo definirías tu música a alguien que no te conoce?
Antes estaba demasiado obsesionada con la perfección. Regrababa mil veces, hacía muchísimas pistas de voz con coros y florituras, forzaba las pronunciaciones… Al final, eran canciones tan sobadas durante la grabación que el resultado era una amalgama amorfa y sin esencia.
No soy capaz de hacer otro tipo de música, podría intentar hacer una canción de reggaetón, que es un género con el que me he criado y que me encanta, podría intentar hacer un Enrique Morente, o un Camarón, pero lógicamente sería incapaz. Uno de mis compañeros de equipo y amigo quiso ponerle nombre a «eso que hace la Law» y lo etiquetó de «trap psicodélico andaluz».
Una nueva etapa implica nuevos proyectos, ¿qué planes tienes en mente a corto, medio y largo plazo?
Seguir creando. Ahora mismo, musicalmente estoy bastante volcada. Mi plan es seguir sacando las canciones que voy grabando con un soporte audiovisual potente. Estudio Bellas Artes, y para mí las cuestiones estéticas son fundamentales, lo considero un trabajo artístico más completo, la coordinación de dos lenguajes expresivos: algo más cerrado y una forma de transmitir no solo mediante el oído sino también a través de la vista, que es lo primero que asumimos en esta era mediática en la que vivimos.
Para cuando termine de sacar estos temas que tengo en la recámara querría abordar algo más cerrado del tipo mixtape, pero, a saber cuándo dejo de tener canciones en la recámara… Mi idea es ir sacándolos sin solución de continuidad.
¿Eres afín a las colaboraciones? ¿Te ves trabajando junto a gente de qué entorno? Hip Hop, Trap, quizás más Pop… Tanto en el apartado vocal como en el de las producciones. Quizás busques más un rollo beatmaker o te llame más trabajar con instrumentación real, rememorando esa época punk…
Soy afín a las colaboraciones, sí. Es más, es lo que más he hecho en mi recorrido musical, al menos de lo que hay por ahora en YouTube (ya te digo, mi recámara está a rebosar de temas en solitario). Ahora mismo me veo trabajando con gente de un entorno muy concreto: del mío. Para mí mi pasado musical me forjó, al menos en las ganas de ir a un estudio y grabar canciones para echar un rato con los colegas. Para mí esos colegas, al menos los que quedan de aquella época, son fundamentales en la música que puedo hacer ahora. Por otro lado me va más el rollo beatmaker pero no descarto la instrumentación real para nada
Tengo un abanico de estilos entre lo que hacen mis amigos que va desde el trap hasta el heavy metal pasando por el hip-hop clásico de toda la vida, y todos hemos pasado por el mismo sitio. Creo que podría hacer algo con cualquiera sin dejar de reflejar mi personalidad musical en ninguno de esos estilos
De hecho, si todo sale como esperamos, el mes que viene sacamos videoclip con Rakky Ripper (que va a incluir en su próxima mixtape). Este tema va a ser más del tipo bailable. Y tiene gracia porque es una adaptación intermedia entre lo que ella hace (trap del estilo «me da igual absolutamente todo») y lo que hago yo (trap del estilo «¿psicodélico andaluz?»).
¿Quiénes dirías que están siendo tus influencias a la hora de crear música ahora mismo? (Pueden ser actuales o antiguas)
Entramos en conflicto. Mi lista de posibles influencias es infinita y además creo que de estilos tan diferentes que no sé si hay influencia concreta. Me crié con el reggaetón, pero también escuchaba Shakira y le hacía coreografías a todas las canciones del disco, siempre me ha gustado la música que se puede bailar. Por otro lado, en la dictadura musical del coche, mi madre ponía Molotov y Escape, ponía a María Jiménez, a Morente, Camarón, Los Rodríguez, Los Burros, música sueca del tipo ABBA… Saliendo de esa dictadura del coche ya pasó a ser Christina Aguilera, Beyoncé, Rihanna o hasta Lauryn Hill y Whitney Houston.
En líneas generales: toda la vida es una influencia. No solo la musical, sino la misma facultad de vivir y de verlo todo te influye en el estilo, has ido acumulando información que te ha construido y que tú, sencillamente, traduces a otro idioma.
Ya sabéis, no podemos excusarnos de haberos puesto el hype por las nubes, pero vosotros seréis los testigos de lo que está por venir de manos de Ohra Kiràly.
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