25 años de ‘Ready To Die’ de Notorious BIG: cuando el rap llegó a la cima
No tendría más de doce años cuando una revista de la NBA leí una entrevista a Allen Iverson en la que decía que su artista favorito era un tipo llamado The Notorious BIG. En aquel momento que mi interés por aquello tan novedoso llamado hip hop empezaba a ser una obsesión, me dispuse a buscar música de aquel tipo y no paré hasta encontrarla. Alguien me pasó una cinta mugrienta que contenía aquel álbum, la regrabé y fue como si el rap hubiese llegado a un nuevo nivel.
Christopher Wallace se presentó un año antes de aquello en la nueva oficina de Sean Combs (entonces Puff Daddy) y el productor le dijo que en la costa oeste tenían a Dre y a Pac y que quería que él fuese el nuevo icono de la costa este. Lo que quizás no sabía era que Biggie se lo tomaría absolutamente en serio. Una vez le dijo que si dejaba de vender drogas lo convertiría en millonario en dos años, BIG dejó (relativamente) los trapicheos, se centró en la música y juntos crearon ‘Ready To Die’, que salió a la venta en septiembre del 94. Quizás no sabían que estaban haciendo historia.
Y digo juntos porque Diddy guió el proyecto con una paciencia y saber hacer milimétrica, creando ese compendio perfecto entre algún hit comercial que sonase en la radio (hablamos de ‘Juicy’, ‘Big Poppa’ o ‘One More Chance’) pero un disco de rap real, callejero y con temáticas absolutamente sinceras y creíbles. El talento de Diddy para crear un producto y una estrella y la magia de Notorious a la hora de escribir y rimar convirtieron el álbum en un éxito y al de Brooklyn en una estrella con el futuro musical más brillante de toda la costa, con permiso de Nas y los Wu-Tang Clan.
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Biggie se convirtió en leyenda ya con su primer álbum
Con producciones maravillosas (esa palabra debería ir en mayúsculas) de Easy Mo Bee, DJ Premier, Chucky Thompson o Lord Finesse, el álbum (grabado en los legendarios estudios D&D y The Hit Factory) tenía todo lo que le pedimos a un álbum de rap.
‘Things Done Changed’, ‘Gimme The Loot’ eran reales y callejeros, ‘Warning’ nos mostraba su inmenso talento en el storytelling, ‘Big Poppa’ era un slow jam genial que se convirtió en hit, ‘Everyday Struggle’ y ‘Juicy’ eran magistralmente autobiográficos, ‘Unbelievable’ era una genialidad junto a Premier y para rematar la faena de un disco redondo e histórico teníamos a Method Man en ‘The What’.
Las rimas descriptivas, el uso de recursos estilísticos y las pausas y entonaciones de aquel tipo llamado Christopher Wallace lo convirtieron rápidamente en todo un referente nacional (y mundial) del género y su primer álbum (fue asesinado sólo unos días ántes de la salida a la venta de su segundo disco) es una especie de ejemplo de lo que debería ser un buen disco de rap a todos los niveles.
Curiosamente, este primer LP se llamó «Preparado para morir» y el segundo «Vida después de la muerte», como si de una cuestión premonitoria se tratara. Unos disparos acabaron con él en Los Ángeles sólo tres años después de que su primer trabajo estuviese en las tiendas y el resto es historia.
Los disparos acabaron con una vida y crearon una leyenda
‘Ready To Die’ no fue excesivamente novedoso ni musical ni líricamente, pero simplemente hacía todo eso mucho mejor que el resto. Biggie Smalls elevó el listón y podemos decir que se trata del mejor rapper de todos los tiempos (sí, como todo en la vida ésto es discutible) y su álbum de debut a menudo se pelea con ‘Illmatic’ de Nas para ostentar el puesto de mejor disco de hip hop de la historia.
Sea como sea, hoy hace 25 años de la salida de un disco histórico, mágico y atemporal que casi es la biblia de un género. Y no vengo a llorar su muerte, sino a celebrar su vida y a agradecerle dar a luz tremendo regalo.
Descansa en paz, Chris Wallace.
Puedes encontrar muchos de los hits de este disco y otros tantísimos bangers de los 90s en nuestra playlist #TBT90s: J’s & Baggies.