¿Por qué extrañamos tanto a ese tipo llamado Bud Spencer?

Probablemente no sepas que Bud Spencer (cuyo nombre real era Carlo Pedersoli) fue campeón de natación con la selección de Italia y llegó a participar hasta en tres Juegos Olímpicos, cosa que se dice pronto. Fue a Helsinki 1952, Melbourne 1956 y Roma 1960, para ser exactos.

A pesar de que seguía aun con la natación como principal objetivo, fue en el año 50 cuando hizo sus primeros pinitos en el cine. Debido a su estatura fue seleccionado para hacer de guardia imperial en la súper producción «Quo Vadis?» y tras la finalización de su vida deportiva decidió trabajar en serio en el cine.

Como Pedersoli sabía que su nombre no tendría un gran tirón mediático, decidió unir sus dos pasiones: la cerveza Budweiser y el actor Spencer Tracy, y de ahí nació el nombre con el que se le conocería para siempre: Bud Spencer. Tan simple como efectivo.

Ya con ese alias y en pleno boom de los spaghetti western (quizás ya en la última etapa del subgénero) protagonizó «Dios perdona… Uo no», junto a Terence Hill, otro italiano que se había cambiado el nombre para triunfar en el cine. El contraste entre el guaperas de Hill y el fornido pero campechano Spencer hizo que esta fuera solo la primera de una extensísima filmografía juntos.

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Aunque a decir verdad, la fama mundial (o europea) les vendría con «Le llamaban Trinidad», un clásico básico y comercial que ya dejaba ver la fórmula del éxito de la carrera de ambos actores. Un cine sencillo, con humor y mucha mucha acción que rápidamente sería recibido de buen agrado por el pueblo llano, no así por la crítica profesional.

Aunque fueron alternando películas juntos y separados (casi veinte en total como pareja de actores) el nombre de Spencer iría unido para siempre al de Hill y viceversa.

Y es que ambos funcionaban tan bien para el gran público que hicieron spaghetti westerns, cine de mafiosos, policíaco, contemporáneo, ciencia ficción y muchos géneros más. Y así fue hasta que ambos se convirtieron en iconos, aunque por alguna razón, Spencer siempre fue el favorito del público… Quizás simplemente por su aspecto físico.

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La gente ama y extraña a un gigante llamado Bud Spencer por lo honesto de su propuesta. Un tipo que hacía cine con chistes fáciles, diálogos simpáticos y muchas, muchas tortas, patadas y puñetazos. Tanto es así, que algunos de esos golpes son ya legendarios y serán recordados para siempre.

Spencer (o Pedersoli) siempre reconoció que él no era actor profesional, que repetían tantas tomas como fuera necesario hasta que saliera bien y ya. Bud Spencer se fue de este mundo un 27 de junio de 2016 y fue despedido en un multitudinario entierro en la ciudad de Roma. Con él se fue un cine tan simple como mágico y tan básico como efectivo en su propósito.

No vamos a decir que sus películas fueran buenas, tampoco que fuera un gran actor, y sin embargo lo echamos tanto de menos. Suponemos que el bueno de Spencer está en el cielo haciendo justicia con la mano abierta.