No diga Chinatown Market ni CTM, diga Mike Cherman

Así es: cada vez que alguien menciona una de las firmas con más hype del momento, como es Chinatown Market, debería gritar a los cuatros vientos el nombre de Mike Cherman. El genio Cherman.

El genio y gran desconocido, a la vez, para la mayoría de fans de la firma del smile. Y es que ni Chinatown Market es flor de un día, no se puede decir que el bueno de Mike acabe de llegar a esto del streetwear: el cerebro detrás de CTM ha estado detrás de muchos proyectos que seguramente te suenen.

Sin ir más lejos, el fundador y dueño de Chinatown lo fue también de la firma ICNY. Asentada hoy en el mercado del workwear, su creación, en 2012, no vino a cubrir una demanda concreta del mercado, sino más bien a salvaguardar la integridad física de nuestro protagonista.

Lo explicamos: Cherman, amante de los all black outfits, solía desplazarse en bicicleta a lo largo y ancho de la ciudad de los rascacielos, con el riesgo que ello supone a sufrir un accidente de tráfico. Sobre todo cuando tu indumentaria no te hace especialmente visible.

Este hecho (y unas ganas nulas de acabar en el depósito de cadáveres), motivó a Michael Cherman a cubrir unos calcetines con un estampado polka dots íntegramente impreso en 3M, el material reflectante por excelencia. Esta decisión supuso el nacimiento de ICNY y, con ella, una línea de ropa destinada a combinar estilo, funcionalidad y, sobre todo, visibilidad.

A pesar de que hoy no controla la firma, las ideas de Mike dejaron allí impregnado su sello. El mismo que encontramos en el diseño de todo el branding de KITH, el monstruo de Ronnie Fieg, con nuestro hombre como único y principal responsable. Un talento que aúna la capacidad de transformar prendas normales en piezas únicas y convertir la collab en un modo de vida.

Esas virtudes son las que ahora andan detrás de Chinatown Market. Estampar caras sonrientes en camisetas, balones de baloncesto o totebags como homenaje a la ciudad de Nueva York, han sido sólo el punto de partida para una firma difícilmente clasificable. En ningún término posible.

Si nos referimos a su producto, podemos encontrar desde una sudadera a un jarrón decorativo. Eso se hace extensivo al segmento al que se orienta, si contemplamos que la primera cuesta cuarenta euros y el segundo quinientos.

Si hablamos de su distribución, podemos encontrarla en un retailer tamaño Urban Outfitters o en una furgoneta, vestida de pop up itinerante para la ocasión. Y si nos centramos en el diseño de sus prendas, podemos encontrarlos un día parodiando a Gucci y otro motivando a sus fans a que sean ellos mismos quienes se hagan sus propios diseños.

Definitivamente, el enfoque CM es que no hay enfoque. Y a la vista está que funciona. Así que, por favor, la próxima vez que vayas a hablar de Chinatown Market, no olvides mencionar que la culpa es de Mike Cherman.

¿Tenéis algo CTM en vuestro armario?

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