Chris Brown en Barcelona: el concierto
Todos sabéis -vaya, supongo que sois conscientes porque tenéis ojos y oídos- que el mundo Hip-Hop no es que esté muy bien recibido en España. Sí, los últimos años parece que ha habido un pequeño boom que lo ha hecho algo más mainstream, pero la verdad es que aún es habitual que la gente tuerza el morro cuando le dices «no, yo es que escucho rap». Al menos entenderéis a qué me refiero si comparamos el panorama español con el estadounidense, donde cualquier tema de rap es propenso a llegar al número uno de las listas de éxitos sin muchos problemas, cosa que aquí es prácticamente inconcebible.
Pero hay algunos artistas que han tenido la suerte de pasar el filtro del público general y son más o menos conocidos por cualquier melómano, independientemente del género que escuchen. Podríamos poner cientos de ejemplos pero para eso haría falta un artículo paralelo, así que simplemente vamos a ir al grano: Chris Brown ha tenido esa suerte. Efectivamente -y a pesar de que tampoco sería muy acertado llamarle ‘rapero’- Breezy es uno de esos artistas del mundo Hip-Hop (y más concretamente, uno de los más reconocidos artistas R&B) que ha conseguido cruzar las fronteras y los océanos sin muchos problemas y cautivas a miles de millones de fans alrededor del mundo.
Incluso en España, Chris es un artista conocido popularmente, y era de esperar que si venía a hacer un concierto la gente se volviera loca y se echara las manos a la cabeza a la búsqueda de alguna entrada que le permitiera ver el show. Y así fue. El anuncio del concierto de Breezy en Barcelona fue todo un bombazo y la venta de entradas se disparó, a pesar de que las entradas normales costaran unos 60 euros. Gente de todas las partes del país se movió para ver al artista por si, como pasa muchas veces, este fuera su único concierto en el país, y eso lógicamente le sumó locura y euforia al asunto.
El concierto fue en Sutton, uno de los locales más exclusivos de la ciudad condal, y a pesar de que abrieron sus puertas en horario habitual el show no empezó hasta más o menos las dos de la madrugada. El ambiente estaba preparado y abarrotado por una multitud que compartía muchísima expectación por el concierto, pero también por poder ver al de Virginia en vivo y en directo. Más de una hora de performance duró la actuación, abarrotada de los éxitos de Breezy, desde lo último a hits antiguos que toda la sala bailó mientras cantaba a gritos.
Todo empezó con ‘Loyal’, mientras CB sacaba a pasear una camiseta de Piqué, detalle que puso a todo el mundo patas arriba. Seguidamente, temas bien conocidos como ‘Fine China Show Me’, ‘Ayo’ con Tyga (pero sin Tyga, claro), ‘All Eyez On Me’, del último álbum de Meek Mill, o ‘Post To Be’. Además, como ya hemos dicho, Chris se sacó de la manga verdaderos oldies del calibre de ‘With You’ o ‘Deuces’, y temas aún sin lanzar como ‘Grass Ain’t Greener’ o ’45’.
A pesar de que no pudimos disfrutar de una buena coreo de las típicas en Breezy, lógicamente el artista impregnó el concierto con algunos de sus pasos de baile, algo de popping, locking… No pudimos disfrutar de un buen baile como tal, pero al menos pudimos verle en movimiento, aportándole mucho dinamismo a su actuación. Aún así, tras un rato de show, Chris tuvo que parar un momento y tomarse un pequeño descanso, pero tan pronto como cargó las pilas volvió a coger el micro y reventó el escenario con temas como ‘Holla At Me’, ‘Look At Me Now’, ‘Beat It Up’. El concierto terminó con ‘Turn Up the Music‘, dejando a toda la sala con ganas de más, a pesar de haber sido un show intenso.
Es inevitable señalar, por otra parte, que el sonido dejó bastante que desear. No es que se oyera mal, no pasaba nada con el equipo, pero es que realmente Chris no estaba aquí para cantar. Mientras cantaba -«cantaba», a susurros dirían algunos- de fondo sonaba constantemente su voz grabada, y sí, esto es habitual en muchos artistas pero en esta ocasión fue bastante exagerado. En algunos momentos, el de Virgina incluso podía dejar de cantar y el espectáculo continuaba sin sus cuerdas vocales, porque no hacían falta.
Sea como sea, no cabe duda y era de esperar que el show de Chris Brown iba a ser todo un éxito: los cientos de fans de España que no pueden acudir nunca a sus conciertos se entregaron al máximo aprovechando esta oportunidad. El ambiente, muy exclusivo, impregnado de modelitos elegantes. La VIP llena y las botellas de Möet de un lado para el otro. Barcelona se puso de nuevo a la altura para recibir a un artista internacional de la talla de Breezy, al que por lo visto le ha gustado lo suficiente la experiencia como para repetir, aunque actualmente ni siquiera está de gira. Eso sí, esta vez en Madrid. A ver si hay suerte y se lo contagia a más artistas y se dejan ver pronto el pelo por aquí. ¿Es tanto pedir?
Agradecimiento especial: Abdeljalil Chelh.
