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Opinión

Abrimos debate: ¿es Diddy un fraude o un absoluto genio?

Por JD Romero / 25/09/2019
Abrimos debate: ¿es Diddy un fraude o un absoluto genio?

Es un secreto a voces en la industria que cuando aquel jovencísimo Sean Combs (luego «Puff Daddy«o «Puffy«) fue invitado a irse de Uptown Records, era porque no solo hacía su trabajo, sino porque la mayoría de veces también hacía el de los demás.

Esto enfurecía a los de arriba (que veían como muy probablemente les acabaría superando) y a los de abajo (que no se veían valorados) y la cosa acabó con el tipo con más talento de la disquera de patitas en la calle… Aunque también gracias a eso tuvimos Bad Boy Records, con sus virtudes (Biggie Smalls) y sus defectos.

El ejemplo anterior no es una simple anécdota. Es el mejor modo de describir la actitud y energía de aquel tipo nacido en Harlem como Sean John Combs a finales de los sesenta y que acabaría como el más rico de una industria multimillonaria.

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Hijo de una modelo de tercera y de un camello trabajador del legendario Frank Lucas (sí, el de «American Gangster»), perdió a su padre en un tiroteo y desde pequeño aprendió algo que muchos no hicieron en su contexto: uno puede hacerse rico también de modo legal y además conservar su vida si intenta hacerse una carrera a largo plazo basada en el esfuerzo y el talento.

Aprendiendo lecciones desde los dos años, con el asesinato de su padre

Pero vayamos al grano: tras graduarse en la universidad y jugar con cierta habilidad al fútbol americano (donde recibió el apodo que le ha acompañado toda su vida), Daddy fue contratado por Uptown Records. Y es que a lo largo de toda su etapa universitaria, Combs era conocido por ser el mejor promotor de fiestas para los estudiantes, llegando a contar incluso con artistas de la talla de Heavy D, lo que unido a un curriculum universitario decente, acabó con el fichaje por el sello.

Daddy (aún siendo muy joven) aupó con su avidez, su destreza y un talento natural desbordante para reconocer lo que quiere el público -haciéndolo parecer todo natural- las carreras de leyendas como Mary J. Blige (la reina del hip-hop soul) o Jodeci, antes de ser despedido.

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Pero al ser mandado al desempleo tampoco se quedó de brazos cruzados, y tras numerosas reuniones acabó asociándose con Arista Records para fundar Bad Boy. Suponemos que los de Arista no se imaginarían ni el diez por ciento del éxito que acabarían teniendo con esta sociedad.

The Notorious BIG, Craig Mack, Faith Evans, 112, Mase, Junior M.A.F.I.A. o Lil Kim son solo algunos de los artistas que convirtió en exitosos a nivel internacional, inspirado por (como absoluto talento ecléctico) genios como Berry Gordy de Motown o Quincy Jones. La táctica era similar, pero en el rap: tener a un grupo de productores que hicieran el sonido que él quería pero sin la necesidad de que Combs tuviera que sentarse frente a la caja de ritmos.

De ese modo, Puffy estaba en la producción indirectamente pero también en otros mil factores que luego se demostrarían como igual de importantes. A aquel legendario grupo a sus órdenes se les llamó The Hitmen, y su lista de hits -valga la redundancia- fue eterna. Todos esos artistas acabaron como estrellas casi de la noche a la mañana, y la genialidad de Puff Daddy volvía a demostrarse.

Más que mera producción, Diddy es marketing, comunicación e imagen

Pero la mala suerte volvió a cruzarse con Puffy en una historia que todos conocen: Notorious Big fue asesinado en 1997 y el directivo no sólo perdió a su mejor artista, sino también a su mejor amigo.

Aún enfrascado en miedo y paranoia por ser tiroteado, intentó centrarse en el trabajo y se puso manos a la obra con su primer larga duración como artista de rap, y entonces nació ‘No Way Out’, batiendo prácticamente todos los récords posibles para un disco de rap en estancia en lista de ventas y premios recibidos.

En gran parte por sus dos primeros singles «Can’t Nobody Hold Me Down» y «I’ll Be Missing You». El ahora también artista de rap fue alabado y criticado, lo primero por ser un talento nato para el marketing y ser demasiado melódico y lo segundo por el excesivo uso de samples excesivamente conocidos.

El ejecutivo, productor, director, diseñador y artista acabó como estrella internacional, y el resto forma parte de la historia popular del negocio (y de fuera de él): la exitosa marca Sean John, perfumes, reality shows, marcas de vinos, de puros, de agua, Revolt TV y mil proyectos más que lo convirtieron en el tipo más rico de la industria sin necesidad de sacar ya ni sus propios álbumes.

Del rap a mil negocios exitosos y diferentes

Y es que Diddy es muchas cosas, pero sobre todo fue el primero en hacer accesible el rap con samples de géneros más sonados y aderezarlo con una tarea de marketing y comunicación sin precedentes, haciendo del hip hop algo más glamouroso y cercano a la idea que se tenía de las estrellas de rock y pop.

Fue capaz de estar encima de los dos discos en vida de The Notorious BIG y convertirlos en iconos del rap de calidad. Pero también aceleró el «todo vale» en un género musical caracterizado por su autenticidad, su frescura y por tener el talento en la escritura y en las producciones como base a todo lo demás, y no a la inversa, como le ocurre ahora en casi toda la música urbana.

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Vintage Puff 🖤

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Si analizamos bien la figura de Sean Combs, nos damos cuenta de que quería hacerse millonario y casi daba igual haberse dedicado a la música, al cine, a la moda o a cualquier sector. Su talento nato para la mercadotecnia y la construcción de productos vendibles a todos los niveles lo convierten en un tipo más interesante desde el punto empresarial que musical (aunque no vamos a quitarle ni un ápice de mérito en lo segundo), y es por ello que es digno de análisis y el tiempo le dará su sitio.

Ahora, cada uno que haga balance de todos los aspectos y de su tremenda influencia en la música, para lo bueno (mucho) y para lo malo (mucho).


De Diddy pasamos a Kidd Keo, que celebra su cumpleaños muy pronto y quiere compartir el evento con todos sus fans. ¿Quieres ir por la cara? ¡Te regalamos las entradas!