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Fyre Fest: el festival para niños ricos que terminó siendo un campo de refugiados

Por N. WRRR / 30/04/2017
Fyre Fest: el festival para niños ricos que terminó siendo un campo de refugiados

Imagina que eres un joven ocioso y feliz, usuario de las redes sociales y adicto al postureo y al selfie, y que además tienes en la cuenta unos cuantos ceros de más -o, en su defecto, unos cuantos billetes de más en la cartera- que estás dispuesto a gastar en aras de mantener el statuo quo que te has ganado a base de postear tu comida y tus mejores outfits en Instagram. ¿Te pones en situación? Vale.

Ahora imagina que, en pleno auge de festivales abarrotados de estrellas como Rihanna  y con conciertos de los mejores artistas de la escena internacional, tus Timelines empiezan a llenarse de publicaciones de los tan venerados influencers publicitando el que promete ser el evento del siglo, cargado de hiperlujo, para que tú también te sientas como un auténtico V.I.P. Wow. 

Ten en cuenta que hay unos cuantos cientos de personas igual que tú, y todas están dispuestas a gastarse la friolera de -según números del New York Times – mínimo 1.200 dólares hasta 12.000 para los packs de fin de semana más normalitos, y llegando -según The Wall Street Journal – a los 250.000 dólares para aquellos que quisieran llevar su experiencia al máximo con el alojamiento más exclusivo y las mejores ventajas.

Pues bien, tampoco hace falta que te lo imagines mucho -ni que te sientas desamparado por no poder permitirte gastar tu money en esto- porque el Fyre Festival ha hecho un aterrizaje de emergencia mucho antes de despegar.

¡Buen trabajo, chicos!

A finales del año pasado Ja Rule anunciaba a la revista All Hip Hop la creación de una empresa junto a Billy McFarland llamada Fyre. Él mismo prometía que «iba a ser algo muy bueno», aunque tal y como han salido las cosas más bien podríamos decir eso de que vendió la piel del oso antes de cazarlo.

Este par de empresarios encontraron la forma rápida de ganar la atención del público y atraer todas las miradas a Exuma, el distrito en las Bahamas donde se iba a celebrar lo que habían intentado vender como el festival del año. El modus operandi fue sencillo: página web de venta de entradas y una megacampaña de promoción que contaba con la ayuda de supermodelos como Bella Hadid o Kendall Jenner. Claro, te dicen que vas a estar en el paraíso disfrutando de la música de Migos o Tyga y que encima habrá celebrities por ahí paseando, y basta con que estés un poco aburrido de la vida y se te caigan algunos billetes de los bolsillos para que digas: «pa’llá que vamos». Y un poco así fue la cosa, más o menos.

La situación debió empezar a torcerse para los asistentes al evento nada más aterrizar. Y no es para menos: después del paseíto en avión imagínate llegar al lugar de recogida del equipaje y encontrarte con unos tipos lanzándolo desde la parte trasera de un camión tal que así:

Y venga, búscate la vida para encontrar entre el caos de gente y sin luz tu fucking maleta, donde tenías todos los conjuntitos que pensabas ponerte en este fin de semana idílico, mejor que ese maldito Coachella del que no han parado de hablar las últimas semanas, ¿eh?

Una vez recogida la maleta, los visitantes del Fyre Festival ya podían dedicarse a descubrir el resto de sorpresas que la organización tenía preparadas para ellos: alojamiento, instalaciones y gastronomía estaban a la altura del lanzamiento de equipaje, sin ninguna duda.

La parte buena es que todos aquellos que fueron seeking attention en las redes lo consiguieron: el Fyre Fest se convirtió en Trending Topic en Twitter y así desde todos los lugares del mundo hemos podido enterarnos de que, a fin de cuentas, no nos hemos perdido el festival del siglo, ni mucho menos.

El «cátering» (que tiene un coste extra) eran un par de rebanadas de pan sin tostar, dos lonchas de tranchetes, y una esquinita de ensalada.

Atrapados en el #fyrefestival intentando irnos desde hace 8 horas. Casi no hay comida ni agua ni seguridad ni electricidad.

Una vista de la zona de restauración, con un lujoso autobús escolar como transporte en el Fyre Festival.

Algunos usuarios afirmaban que ni siquiera había cerveza , así que es normal que la cosa se fuese de madre y la página web oficial donde se compraban en un principio las entradas ahora sea un triste comunicado en Times New Roman 12 intentando justificar el desastre. Básicamente, en este explican que tenían las mejores intenciones para el festival pero no llegaron a tiempo de construir las infraestructuras, y eso sumado al mal tiempo y a la enorme afluencia de gente -por lo visto, más de la prevista o esperada en un inicio- todo terminó desbordándose y no podían garantizar la seguridad ni la comodidad de todos los asistentes, por lo que empezaron a llevarles a todos de vuelta a Miami.

También aseguran que han recibido un gran apoyo por parte de distintos artistas y celebridades, que devolverán todo el dinero y aseguran entradas VIP para el evento del año que viene, que pretenden llevar a cabo en mejores condiciones.

Hmmm… Ya, claro, claro.

No sabemos qué tal será la acogida del Fyre Festival 2018, lo que está claro es que este año ha aterrizado mucho antes de despegar y esa no es precisamente la mejor publicidad para arrancar un proyecto de cero. Aquellos que buscaban tres días de ensueño en las Bahamas terminaron jugando a lo que Twitter ha llamado «los juegos del hambre de los ricos», y muchos buscaban sentirse como Paris Hilton en una cabaña de lujo y terminaron sintiéndose como refugiados en tiendas de campaña. A fin de cuentas, tal vez no esté nada mal como lección de moral, ¿no?

Yo en casa viendo gente rica siendo timada para ver cómo se siente ser un refugiado y vivir en condiciones infrahumanas en el #FyreFest

Últimas escenas del #fyrefestival

«¿Alguien sabe a qué hora tocan los de Migos?»

Ja Rule ha conseguido tener a un puñado de niños ricos en el #fyrefestival comiendo sándwiches incomestibles, sin cobertura… Estoy en la cama riéndome hasta atragantarme.

Por lo menos algunos han visto esto como un punto a favor para Ja Rule, aunque está claro que como businessman ahora va a tener que hacerse un lavado de cara. Una vez más queda demostrado que la buena publicidad no es lo único necesario para crear un evento de calidad, como el año pasado ya comprobamos en nuestras propias carnes en el tan esperado I Am Global Fest.