Así revolucionó el rap «Get Rich or Die Tryin», el álbum debut de 50 Cent

«Get Rich or Die Tryin» es una frase popular que se ha denostado en numerosas ocasiones a raíz del disco del mismo nombre con el que 50 Cent haría historia. La diferencia entre el rap de hoy y el de los 2000s es algo que sale a colación cada año, generando debates interesantes que tratan de arrojar luz a la evolución de eso que hoy llamamos música urbana y que a principios de siglo todavía se estaba comenzando a popularizar.

Hace ya la friolera de 18 años, 50 Cent consiguió vender 872.000 copias en su primera semana, un descomunal récord sólo al alcance de unas pocas superestrellas del pop. A finales del 2003, ya eran más de 6 millones de copias vendidas sólo en Estados Unidos. Había nacido una nueva estrella como nunca antes se había visto en el rap -a excepción de Eminem, figura crucial en el descubrimiento del propio 50-.

A comienzos de siglo, raro era encontrar a gente ajena al rap que conociese a Tupac o a Biggie, dos leyendas que, por suerte, han ido agrandando su huella con el paso de los años hasta convertirse en una parte indispensable en la historia de la música. Como ellos, 50 Cent también encarnaba ese rap callejero que contaba con todo lujo de detalles las historias vividas en los ghettos y barrios más oscuros de Norteamérica, donde había cabida para la violencia, tiroteos, drogas y delincuencia de una forma cruda y explícita.

Con un contenido tan personal y directo, 50 podría haber llegado lejos y ser un artista más en su generación, pero Dr. Dre y Eminem vieron algo distinto en él y no dudaron en comprometerse a agrandar una figura que, tras una situación de vida o muerte, venía a comerse el mundo. El 2000 pudo ser el fatídico año en el que perdíamos a otro artista con toda su carrera por delante, pero un asalto armado no pudo con 50. Después de recibir 9 disparos de bala, Curtis demostró que no sólo era invencible de manera psicológica, sino que su cuerpo también fue capaz de sobrevivir a lo más parecido a un milagro que se ha vivido en este mundillo.

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50 Cent ya tenía una historia de película y ni siquiera había empezado a despegar. Y esto ocurrió en uno de los puntos álgidos del gangsta rap, por lo que decidió plasmar con sus rimas las vicisitudes que había pasado -y seguiría viviendo unos años más- en las calles. Y el resto es historia. Cuando la mixtape “Guess Who’s Back” llegó a las manos del mismísimo Eminem, el de Detroit no dudó un segundo en ofrecerle un contrato millonario en Shady/Aftermath.

«Get Rich or Die Tryin» fue la tormenta que salió como resultado del hambre de 50 y de las manos de Dr. Dre y Eminem, que produjeron y participaron en un buen número de los temas del disco. La impecable producción de ambos genios fue el mejor fondo para que Curtis se abriera en canal y contase al mundo sus historias de barrio.

El álbum sonaba como ningún otro trabajo salido de Nueva York había sonado. Incluso podemos decir que en todo Estados Unidos ningún disco antes había sonado tan fresco como sucedió en 2003 con este debut. 50 no sólo fue capaz de hablar sin tapujos, sino que lo hizo con una maestría impecable, clavando el arte de crear hit tras hit de forma orgánica y natural gracias a su talento, con estribillos y bases pegadizas como ninguna. No es casualidad que ‘In Da Club’ o ‘PIMP’ sean indiscutibles en cualquier playlist o fiesta.

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Hay álbumes que dejan huella, que hacen historia y que independientemente del tiempo que pase, siguen maravillando como el primer día. “Get Rich or Die Tryin” marcó un nuevo inicio para el rap y fue el gran detonante de toda una generación de artistas.