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Cuando Kanye West se vino arriba en plena gala de los VMAs

Por JD Romero / 18/05/2021
Cuando Kanye West se vino arriba en plena gala de los VMAs

En 2009, Kanye West estaba considerado uno de los mejores productores del mundo y uno de los artistas de hip hop más revolucionarios y relevantes, pero su ego aún necesitaba alimentarse más. De ese modo, acabó haciendo historia —para mal, aunque según lo mires— en los MTV Video Music Awards de ese año.

Pero contextualicemos. La gala de los premios estaba transcurriendo con normalidad dentro del show tradicional (trajes llamativos, actuaciones y celebrities por doquier), cuando una jovencísima Taylor Swift (de solo 19 años) subió a recoger su premio por mejor vídeo femenino por el tema ‘You Belong With Me’. La artista había arrebatado el premio a Beyoncé y su ‘All the Single Ladies’.

Lo que el mundo no sabía era lo que estaba a punto de suceder y se grabaría para siempre en la historia de la música, aunque como algo vergonzoso. Kanye West aparecía por sorpresa en el escenario, cogía el micrófono de Swift y decía lo siguiente:

«Taylor, estoy muy feliz por ti y voy a dejarte acabar, ¡pero Beyoncé ha sacado uno de los mejores vídeos de todos los tiempos!»

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La famosa irrupción de Kanye West se convirtió en un meme

West fue expulsado de la ceremonia y más tarde tanto Beyoncé como Taylor Swift aparecieron llevando vestidos conjuntados y la esposa de JAY-Z le dio a la artista su tiempo para explayarse. Por supuesto, Kanye West fue ridiculizado en todos los medios de comunicación (y las redes sociales) durante las siguientes semanas, por haberse pasado de bocachancla y de protagonista de manera tan explícita.

La parte positiva es que West aprendió la lección, desapareció un tiempo de los medios y acabó entregando ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’, o lo que es lo mismo: uno de los mejores discos de la historia del hip hop. Sí, ese álbum es histórico, brillante, genial y maravilloso desde la primera a la última canción.

¡Que te jodan Kanye! Es como si hubieras pisado un gatito.

Mucho más tarde, Swift y West arreglaron lo suyo, aunque quizás fue tarde y mal. West aprendió la lección e interiorizó que la única manera positiva de llamar la atención es hacer lo que mejor sabe: música sobresaliente y atemporal.

Aunque quién sabe, no estamos dentro del cerebro de Ye y quizás vuelta a saltar a un escenario y a arrebatarle a alguien un micrófono para decir sus verdades absolutas. Es el loco mundo de West, en el que el talento, la magia y la imprevisibilidad se cruzan tan a menudo que muchas veces no sabemos ni en qué punto de cada cosa está.