Matan a un empleado de McDonald’s por servir las patatas frías
Que la violencia es algo inherente a nuestra sociedad es algo que no podemos negar, por desgracia. Y en Estados Unidos está más que a la orden del día. Sin embargo, de vez en cuando se producen noticias que nos hacen avergonzarnos de pertenecer a la especie humana, literalmente.
El viernes 5 de julio, hace unas escasas horas, un trabajador de un restaurante McDonald’s situado en el barrio de Bedford-Stuyvesant (corazón de Brooklyn, en Nueva York) fue disparado en el cuello porque supuestamente había servido unas patatas fritas frías . El trabajador, tal como ha comunicado la policía unas horas después, ha acabado muriendo.
Una reacción terrible y surrealista por unas patatas de McDonald’s
Matthew Webb, de solo 23 años, no pudo hacer frente a las heridas graves y murió. El atacante ha sido Michael Morgan, de 20 años, y ya ha sido detenido con los cargos de asesinato y posesión ilegal de arma de fuego. Los fiscales ya han fijado la primera vista para el próximo jueves, de hecho, la agendaron incluso antes de que se anunciara que Webb había fallecido.
El empleado estaba trabajando en el restaurante McDonald’s de la calle Fulton, cuando la madre de Michael Morgan (cuyo nombre es Lisa Fulmore) se quejó a los trabajadores de que sus patatas estaban frías y pidió hablar con el encargado. Entonces, supuestamente, los trabajadores se rieron de ella y Michael Morgan apareció en el restaurante y comenzó una disputa con Webb.
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El asaltante lanzó un puñetazo al dependiente en la cara y después sacó su arma y le disparó en el cuello. Tal como comenzábamos la noticia, Matthew Webb acababa falleciendo unas horas después. La madre del supuesto asesino reconoció que su hijo le dijo que «tenía que hacer lo que tenía que hacer».
Por si no fuera suficiente, la novia del sospechoso (de nombre Camellia Dunlap) también ha sido detenida, por haber tenido el mismo arma durante un tiempo en su posesión, mientras sucedía el incidente. Todo indica que Michael Morgan va a pasar los próximos años, posiblemente décadas, entre rejas en el estado de Nueva York.
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