Hablemos de películas románticas que no dan vergüenza ajena
Las películas románticas eixsten en el cine casi desde sus inicios, pero con -al igual que en el resto- desiguales resultados. Con la aceptación del gran público y convertido en un negocio multimillonario (sobre todo en San Valentín y fechas cercanas), las películas que trataban el amor, el desamor y las relaciones sentimentales se fueron haciendo cada vez más fáciles, accesibles y ridículas.
En muchas ocasiones solo tenemos que ver los pósters, calcados unos de otros en un pastiche repetitivo y tópico.
¿Quién dijo que no había obras maestras en el género de las películas románticas?
De ahí que un tipo de cine tan respetable como cualquier otro pasó a ser denostado. No porque no se siguiesen haciendo cintas de calidad que trataran el tan espinoso y complejo tema (como ejemplo los filmes aquí seleccionados), sino porque la mayoría tendían a simplificar y hacer demasiado básico un tema que puede ser rico e interesante desde el prisma de un buen director.
Pero intentemos que los árboles nos dejen ver el bosque. Aunque la mayoría del género busca el dinero fácil y no dejar ningún poso en nuestras mentes, hay honrosas excepciones y aquí te dejamos las más destacables. Unos largometrajes que sobresalen por tocar la temática y además por ser geniales productos para ver una y otra vez y poder sacarles muchísima punta.
«Manhattan» (Woody Allen, 1979)
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Una de las más absolutas obras maestras de la historia del cine y, como en la mayoría de la filmografía de Woody Allen, incluye el romance en mayor o menor medida.
Las dificultades y complejidades del amor en una cinta en que Allen, Diane Keaton, Mariel Hemingway y la ciudad de Nueva York (en maravilloso blanco y negro) son los absolutos protagonistas. Bella, profunda e inconmensurable.
«500 días juntos» (Marc Webb, 2009)
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Antes de dar el salto a los blockbusters con dos entregas de Spider-Man, Marc Webb llamaba la atención de las grandes productoras con una película tan bien construída y cuya descripción y evolución de los personajes es magnífica y maravillosa.
Una historia de amor desde la supuesta imposibilidad de los inicios hasta las rupturas y crisis en una película tan sencilla en apariencia como compleja en ejecución. Sí, aun se hace buen cine de relaciones.
«Alta fidelidad» (Stephen Frears, 2000)
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La crisis de pareja desde el punto de vista de alguien como tú o como yo. Un vendedor de discos de vinilo es dejado por su novia y decide indagar en las vidas de sus ex parejas mientras da por -casi- imposible lo suyo con el que cree el amor de su vida.
Referencias cinematográficas, musicales, literarias y un casting inmejorable para una cinta tan inolvidable como la novela de Nick Hornby (deliciosa) en que se basa.
«Olvídate de mí» (Michel Gondry, 2004)
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De unos titanes en mayúscula como Charlie Kaufman (guión) y Michel Gondry (dirección) solo podría salir -de nuevo- una obra maestra. El amor, el humor, la memoria y mil cuestiones más desde un punto de vista tan inteligente como adorable.
Y además, con la presencia de Jim Carrey, Kate Winslet, Elijah Wood y Mark Ruffalo.
«Brokeback Mountain» (Ang Lee, 2005)
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Aunque no fue la primera película romántica de temática homosexual, si es -más que probablemente- la más reconocida.
Los prejuicios de la América rural y el amor en mayúsculas para una dirección soberbia de Lee y unas interpretaciones inolvidables de los siempre efectivos Heath Ledger (descanse en paz) y Jake Gyllenhaal.
¿Qué otras películas románticas te vienen a la cabeza?
Y si eres más de la mitología de Hitchcock no te pierdas nuestro artículo sobre «Bates Motel».