Los protagonistas de «Leaving Neverland» piden dinero y temen un juicio

En 2019 se estrenaba «Leaving Neverland», un documental protagonizado por dos hombres (Wade Robson y James Safechuck) que aseguraban haber sido abusados sexualmente por Michael Jackson.

Sin embargo, y tras arreglar sus economías con el documental y con toda una gira de entrevistas pagadas, empezaban a salir las pruebas de que podían haber inventado la historia. Desde jueces que aseguraban que ninguna persona sensata podría creer la historia, cientos de irregularidades e inexactitudes en la narrativa, expertos en lenguaje corporal que decían que estaban mintiendo, mails entre los dos supuestos abusados en los que se veía cómo fabulaban la historia, a un sinfín de detalles terroríficos que hicieron que la mayoría de plataformas se desentendieran de la historia y eliminara el documental de sus parrillas.

Pues bien, tras una demanda desestimada en todas las ocasiones pero con un cambio en la ley en el estado de California, Wade Robson y James Safechuck finalmente tendrán la opción de ir a juicio contra las empresas de Michael Jackson y contra sus herederos.

Sin embargo, en una petición formal de su equipo legal a los abogados que defienden los intereses de Jackson, las dos supuestas víctimas han reconocido que quieren dinero y que no desean ir a juicio y, además, que el acuerdo sea privado para que no se sepa cuánto dinero piden.

Es decir: las dos supuestas víctimas piden que no se hable más del tema, pero quieren una recompensa económica y evitar el juicio a toda costa. Tal como han afirmado numerosos jueces e incluso psicólogos y expertos en abuso en los últimos años, Robson y Safechuck habrían inventado la historia para enriquecerse. Una afirmación que coincide con la larga y exhaustiva investigación que el FBI realizó al cantante.

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Dicho de otro modo, estamos muy probablemente ante el mayor escándalo relacionado con una celebridad de las últimas décadas, en una situación en el que dos personas que se supone que buscan justicia están aterrorizadas ante la posibilidad de ir a juicio (una situación que los dejaría al descubierto) y empiezan a pedir de manera explícita grandes cantidades de dinero.

No solo estamos ante dos perfiles muy peligrosos que han intentado manchar la imagen de alguien que ya no se puede defender, sino también ante todo un desprecio ante las miles de víctimas reales de abuso sexual a menores.

Tal como se suele decir, la realidad supera a la ficción y la verdad corre maratones. Parece que los protagonistas de «Leaving Neverland» y su director están en un buen aprieto y ha acabado pasando lo que mucha gente intuía: que ellos mismos acabarían desvelando que todo era mentira.