Quién es Duki: uno de los creadores de la escena argentina

En apenas 4 años que lleva sacando temas, ha cambiado las reglas del juego, ha colaborado con los más grandes de su género, ha llegado a lo más alto llevándose con él a todo el que le rodease y ha conseguido que su país sea una de las referencias en lo que a trap se refiere.

Pero… ¿Quién es Duki?

Duki es el a.k.a. de Mauro Ezequiel Lombardo. Joven original del barrio de Almagro, en Buenos Aires.

Mauro nació el 24 de junio de 1996 -justo hoy cumple 24 años-, así que hace los años el mismo día que dos grandes figuras argentinas: el piloto Manuel Fangio y Lionel Messi.

Como la gran mayoría de los artistas que salieron en la primera hornada del trap argentino, Duki también empezó en el Quinto Escalón. La competición de freestyle supuso un antes y un después para todos aquellos chavales que se reunían en la plaza para enfrentarse a ritmo de beatbox.

Sin embargo, Mauro era un chaval distinto: mientras la mayoría se centraba en disparar punchlines, él se centraba en la musicalidad , en el flow, en hacerlo bonito. Es por ello que cuando salió ‘No Vendo Trap’ pocos se sorprendieron con el éxito.

Para 2017, el de Almagro seguía haciendo batallas, pero perfilando más seriamente su carrera como rapero al uso, al igual que iban haciendo otros freestylers del Kingto como Ecko o Khea. Fue con este último con el que todo cambió.

Y es que estos dos y una jovencísima Cazzu fueron los que hicieron el primer gran banger internacional dentro de la escena argentina. ‘Loca’ fue un auténtico éxito que llegó a todo el mundo, superando los 100 millones de visitas y poniendo en el mapa al país de Sudamérica.

Pero eso no fue todo, tras el éxito conseguido con el track original, consiguieron que Bad Bunny se montase para el remix doblando el número de visitas que habían conseguido con la primera versión.

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Poco después del éxito con Khea, Duki decidió emprender una nueva aventura. En esta le acompañarían Alejo -Ysy A-, creador del Quinto Escalón, y Neo Pistea, que comenzaba a ser una de las caras más reconocibles del trap argentino. Comenzaba Modo Diablo.

Ya no es Ysy, Duki y Neo, es algo nuevo.

La unión tuvo muchos detractores, pues la mayoría de seguidores de Duki eran niños que le seguían de las batallas, al igual que ocurría con Ysy, mientras que Neo era alguien que estaba fuera de ese círculo y que parecía no encajar demasiado con estos dos. Sin embargo, llegó el primer tema y todo estalló.

Estos tres sacaron las rimas más explícitas que llevaban dentro e hicieron un vídeo que estaba más cercano a una orgía de PornHub que a un clip musical. Las reacciones no se hicieron esperar y las críticas les llovieron, aunque los números estaban de su parte. El tema arrasó y no era más que el inicio.

Un par de meses después y ya con las aguas más calmadas, volvieron y demostraron que les chupaban un huevo las críticas. ¿Por qué? Trajeron un track con la misma temática, aunque esta vez con un estribillo de esos que no se te van de la cabeza, lo que convirtió ‘Quavo’ en un himno y dejó claro el concepto: Modo Diablo es todo aquello que no te atreves a hacer.

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Duki había llegado ya a lo más alto. Era el artista más respetado del género en su país, cada vez tenía más colaboraciones internacionales, cada vez era más reconocido a nivel mundial y no paraba de sacar bangers, todo ello sin haber lanzado todavía un álbum.

No tenía nada que demostrar, pero se lanzó de lleno a hacerlo por fin. Un proyecto en el que reunía a amigos que le habían acompañado a lo largo de su carrera y colaboraciones de lo más esperadas, como la de C. Tangana. Pero sobre todo, un proyecto en el que volvía a dejar claro que podía hacer lo que le diese la gana: trap, rap, reggaeton o lo que quisiera y que lo hacía bien.

El ejemplo más claro fue ‘Goteo’. El segundo adelanto del disco sonó por todos lados, alcanzando las listas de éxitos y dejando claro que se puede hacer un hit comercial sin ninguna major impulsándolo.

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Si hay algo que hasta sus enemigos alaban de Duki es su voluntad para ayudar a todo el que le rodea a crecer. El argentino es de esos artistas que creen firmemente en la ley causa-efecto y en que todo lo bueno y lo malo que hagas te será recompensado de vuelta.

Esto lo lleva al terreno de la música, colaborando y ayudando a todos los pibes que van saliendo en la escena argentina, dándole así forma a esta. Ese es uno de los motivos por los que no está ligado a ninguna major: no quiere que nadie le diga con quién sí o con quién no.

Gracias a eso, tiene en su haber temas con todos los grandes artistas del género en habla hispana, especialmente en España, al punto de conocer nuestra escena mejor que muchos de nosotros, llegando incluso a citar a El Cigala.

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A día de hoy, conseguido todo lo conseguible, parece que Duki va dejando poco a poco más espacio a Mauro. Esto es algo que viene repitiendo últimamente en las pocas entrevistas que da. Además, en algunos de sus últimos temas le vemos mucho más serio, abriéndose más.

Es algo que ocurre en ‘Acapella’, donde le vemos mucho más roto, sacando sus sentimientos de una manera mucho más cruda.

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No sabemos si la carrera de Duki seguirá esta línea más introspectiva y profunda. Lo que sí que sabemos es que a día de hoy hay pocos que puedan decir que están por encima de él, y esto no tiene pinta de que vaya a cambiar en un futuro próximo. Además, en caso de que esto cambie, podemos decir que fue él quien abrió muchas de las puertas que cruzarán todos los que vienen detrás.

Por cierto, Duko, felices 24, esperamos que los disfrutes como un cabrón y no pares de sorprendernos nunca.

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