R. Kelly es condenado también por tenencia de pornografía infantil

El de R. Kelly ha sido uno de los casos más vergonzosos de la historia de la música, sumando prácticamente todos los delitos sexuales imaginables y dejando víctimas de todas las edades por todo Estados Unidos. Sin embargo, poco a poco se va haciendo justicia. Al menos en los tribunales, ya que el daño hecho será difícilmente reparable.

Y hay novedades bastante destacables al respecto, y es que el artista de R&B ha sido condenado a veinte años más de prisión , esta vez por un tribunal de Chicago, su propia ciudad. Estas dos nuevas décadas se suman por la ratificación de que el cantante poseía pornografía infantil, aunque a efectos prácticos solo pasará a la sombra un año más de lo que ya tenía sentenciado.

Esta nueva condena se suma a la que ya tuvo en junio, por nada más y nada menos que 30 años. En aquel momento, fue por crimen organizado, abuso y tráfico sexual infantil. Estamos pues ante un caso distinto, en cuyo juicio se mostraron diferentes vídeos personales de R. Kelly en los que se veía manteniendo relaciones con menores de edad, material considerado como pornografía infantil. Los fiscales pedían en principio que se añadieran 25 años a su condena y que los cumpliera de forma consecutiva a los que ya tiene sentenciados. O sea, que hubiera pasado el resto de su vida entre rejas. Sin embargo, en principio no vivirá más de 31 años entre rejas, y cuando tenga unos 80 podrá optar a su liberación. Eso, si sus líos legales terminasen aquí, algo que no ocurrirá mientras tenga juicios pendientes –y los tiene–.

La abogada de R. Kelly pidió para el artista solamente diez años y que le dejaran completar la condena de forma paralela a la que ya está cumpliendo. Parece que en parte consiguió su objetivo.

Lógicamente, no es el mejor momento para todo un icono musical venido a menos por unas actitudes completamente reprobables. El de ‘I Believe I Can Fly’ estaba bajo vigilancia en prisión, debido a las altas posibilidades de suicidio que podía haber.

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Mientras tanto, la mayoría de plataformas han eliminado su música, haciendo que sus beneficios económicos bajen considerablemente y creando un debate eterno en la calle: el de si un artista debe ser censurado por tener conductas vergonzosas e inapropiadas. Una cuestión que al final está en cada uno, por mucho que las plataformas ya hayan tomado una decisión.

Y es que el talento para la escritura, la composición, la producción y el canto de R. Kelly son tan altos como la peligrosidad y el daño de sus delitos. Al menos las víctimas y sus familiares pueden decir que han visto cómo se le condena formalmente y, muy probablemente, jamás vuelva a disfrutar de libertad. Aunque eso no arregle el daño infligido, es la única manera de hacer justicia que conocemos.