¿Podemos considerar ya ‘To Pimp a Butterfly’ uno de los mejores discos de la historia?
Es hora de hablar del gran Kendrick Lamar y de su exitosísimo álbum ‘To Pimp A Butterfly’.
El Olimpo de los grandes discos de la historia del rap parece inamovible desde hace demasiado. El ‘Illmatic’ de Nas, el ‘Ready to Die’ de Notorious BIG, el ‘The Chronic’ de Dr. Dre, el ‘Enter’ de Wu-Tang Clan, el ‘Doggystyle’ de Snoop Doggy Dogg, el ‘The Blueprint’ de Jay-Z, ‘All Eyez on Me’ de Tupac, el ‘Only Built 4 Cuban Linx’ de Raekwon o ‘The Infamous’ de Mobb Deep. Entre algunos otros más que consolidados, reconocidos y aceptados para siempre.
¿Por qué nos cuesta tanto incluir nuevos trabajos en el eterno listado de mejores de la historia?
De hecho, cuando se incluye ‘The Blueprint’ de JAY-Z (2001) o ‘My Dark Twisted Fantasy’ de Kanye West (2010) nos sentimos raros. Como si ese listado de mejores álbumes de la historia del hip hop solo estuviera reservado para los mismos nombres propios de siempre y para álbumes editados en una estricta franja temporal con un sonido relativamente específico.
Porque no nos engañemos: el mejor momento musical para la historia del rap fue en los noventa y cerca de mitad de década (93, 94, 95, 96), pero eso no quiere decir que debamos sentir que estamos traicionando a una parte de nosotros mismos si alteramos o añadimos nuevos títulos al listado. A veces somos más papistas que el Papa, empezando por el que firma este artículo.
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La cosa es que desde marzo de 2015 (fecha en que salió ‘To Pimp a Butterfly’ de Kendrick Lamar ) hasta hoy ha pasado suficiente tiempo como para alejarnos de la euforia inicial y poder juzgar con objetividad y distancia emocional.
Dicho esto, podemos decir que el álbum se merece estar en ese eterno listado de mejores LP’s de rap de todos los tiempos. Digo yo.
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¿Por qué ‘To Pimp A Butterfly’ debe estar considerado entre los mejores álbumes?
La profundidad y complejidad de las letras de K-Dot, su capacidad para rimar y adaptarse a los ritmos, la imprevisibilidad del lenguaje musical que utiliza, los sobresalientes (y algunos nada fáciles) beats y las colaboraciones de George Clinton, Snoop Dogg, Bilal, Rapsody, Anna Wise o Ronald Isley —de los legendarios The Isley Brothers— nos ayudan a hacernos una fotografía general de la calidad y el eclecticismo del álbum.
Un disco que ha pasado el aprobado más difícil, que es el del paso del tiempo. Muchas veces los sonidos de los discos responden a una moda, a una tendencia o a una necesidad emocional temporal. Es por ello que el reposo (y seis años dan para esa objetividad, si es que tal cosa existe) es el mejor de los jueces.
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Tras todo este tiempo podemos decirlo alto y claro, ‘To Pimp a Butterfly’ de Kendrick Lamar se merece (y con todos los galones y respetos) esa inclusión junto a los dioses llamados Wu-Tang, Dre, Nas, Jay-Z y el resto. De hecho, el álbum es tan bueno que puede significar una losa para su carrera, porque ¿será capaz de superarlo?
Probablemente no. Y tampoco importa.
Si quieres más Kendrick, ordenamos aquí su discografía completa de peor a mejor.