Haitian Jack, el gangster con el que Tupac jamás debió relacionarse

En «Notorious» (el genial biopic de Notorious BIG digirido por George Tillman Jr. y estrenada en 2009), Biggie está en un club y va a saludar a Tupac Shakur -todo esto sucede cuando aún eran amigos-, los dos se apartan y el de Brooklyn advierte a Shakur sobre sus peligrosas compañías y le dice que debe elegir mejor a la gente con quién se rodea.

Por supuesto (y suponemos por temor a represalias), en el largometraje no se menciona el nombre del protagonista de esas «malas compañías», aunque claramente se refieren a Haitian Jack. Unos meses después, Tupac era apalizado en la entrada de un estudio de música y más tarde asesinado a tiros.

Pero vayamos al comienzo. El nombre real de Haitian Jack es Jacques Agnant, nació en Haití, pero pronto su familia se mudó a East Flatbush en Brooklyn. Como tantos otros, Jack se buscó la vida durante los ochenta y noventa mediante la venta de crack, hasta que el rap se convirtió en algo suficientemente grande a lo que echar el anzuelo.

De ese modo, Haitian Jack se convirtió en promotor de clubs y también en agente -e incluso en seguridad, como en el caso del ejecutivo Steve Stoute– de diferentes artistas. Así conoció a Notorious BIG, Tupac, Wyclef Jean (del que es pariente) e incluso a Madonna, con la que llegó a tener una fuerte amistad.

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Jack y Tupac se conocieron a finales del 93 en un club de Manhattan y pronto parecieron conectar. Al haitiano le gustaba rodearse de celebrities y Tupac se sentía seguro estando con gángsters, algo que le acabaría costando muy caro, como sabemos. Agnant (Haitian Jack) invitó a Shakur a una botella de Remy Martin y a unos puros cubanos y el rapper se sintió con el tipo de trato que justo quería tener.

Unos días más tarde y con la amistad ya afianzada, Pac y Jack fueron a Nell’s, un exclusivo club de Manhattan en el que eran habituales grandes estrellas del pop y del rock. Justo el lugar en el que ambos sentían ese status que tanto anhelaban proyectar. Esa misma noche, Jack le presentó al rapero a la joven Ayanna Jackson.

Tras un buen rato de conversación, Shakur invitó a Jackson a su hotel, a lo que la joven accedió. Solo unas horas después, Jackson acusó a Tupac, a Agnant y al road manager de Tupac de violación. Por si no fuese suficiente, la chica tenía solo 19 años, o lo que es lo mismo: era menor de edad en el momento de lo sucedido. En Estados Unidos, la mayoría de edad es a los 21.

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Como era de esperar, los tres fueron detenidos y acusados de abuso sexual en primer grado, sodomía y posesión de armas. Paul Brenner, el abogado de Agnant, pudo separar el caso de su representado, lo que hizo siempre sospechar a Tupac y, a su vez, salvar a Haitian Jack de prisión. Aunque eso lo veremos después.

Dicho de otra manera: Tupac creía que Agnant había colaborado con la policía (al fin y al cabo tenía muchísima información sobre todo lo que se cocía en las calles y sobre Tupac) y de ese modo se había librado de acabar entre rejas. Cosa que si le acabó ocurriendo a Shakur, como todos sabemos.

Desde ese mismo momento, la cabeza de Tupac comenzó a ser un hervidero. Dudaba de si Agnant (que era, supuestamente, su amigo) se la había jugado contando cosas a la policía, pero incluso no sabía si ese mismo tipo le había presentado a una menor de edad para que todo acabase con él entre rejas. La línea entre lo real y lo que no empezaba a difuminarse y solo Agnant conocía qué había podido pasar.

El fallo de Shakur no fue solo pensarlo, sino decirlo a algunos medios como al Daily News, que publicó sus sospechas. Solo un poco después, un 30 de noviembre del 94, Tupac fue disparado en multitud de ocasiones en el portal de Quad Studios con la excusa de robarle las joyas. La cosa es que Jimmy «Henchman» fue quien invitó al estudio a Pac y ambos fueron presentados por Agnant. La conexión no era, desde luego, un disparate.

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Solo unos días después, fue el juicio por supuesta violación. Tupac aparecía en el juzgado en silla de ruedas y era condenado de 18 meses a 4 años y medios de cárcel, Agnant era multado a solo 1.000 dólares y a tres años de libertad condicional a cambio de declararse culpable. Sin duda, una gran diferencia entre ambas condenas.

El tiempo siguió pasando y Tupac no cesaba en decir a todo el mundo lo que pensaba de Haitian Jack, incluso grabó un tema (que luego vería la luz en el magnífico ‘Makaveli’) que decía lo siguiente:

«Escuché que tenía la piel clara, que era rechoncho y con acento haitiano. Coches rápidos, joyería y que es conocido por su ropa. Escucha mientras te llevo atrás en el tiempo con este rap, que habla de un chivato llamado Haitian Jack. Sabía que trabajaba para los federales. Mismo juicio, diferentes condenas, imaginad lo que tuvo que decir»

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Aunque ‘Againts All Odds’ es una canción póstuma, era conocido que Tupac cargaba contra Haitian Jack en ella. De hecho, en ese mismo tema insulta también a Nas, Puff Daddy, Biggie o Mobb Deep, aunque el más peligroso de ellos era sin duda el gángster de origen haitiano.

Como sabemos, Tupac ni siquiera pudo vivir para ver címo esa canción salía a la luz en un álbum. El artista fue asesinado a tiros en Las Vegas el 13 de septiembre de 1996, a la salida de un combate de Mike Tyson. Y es que se ha hablado mucho del estilo de vida gangsta de Tupac y del «Thug Life», pero también de cómo un artista de tan inmenso talento jugó a ser lo que no era. Y claro, el precio fue más caro de lo que él mismo se imaginaba.

Lo más triste de todo es que la mayoría de sus amigos en el momento (incluyendo a Biggie e incluso a Mike Tyson) advirtieron a Pac sobre este tipo de amistades y le dijeron que él no era como ellos, a lo que el artista hizo caso omiso.

Tan peligroso era (o es) Haitian Jack, que acabó siendo expulsado de Estados Unidos por las autoridades y tuvo que irse a vivir a República Dominicana, lugar donde sigue residiendo.

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Muy probablemente nunca sabremos quién o quiénes orquestaron la muerte de unos de los rappers más talentosos de todos los tiempos. Pero una cosa queda clara: acercarse a las personas no indicadas puede tener consecuencias devastadoras e irreversibles. Y la cosa es que Tupac acabó aprendiéndolo, pero demasiado tarde.