LeBron James se convierte en el primer milmillonario en activo en la NBA

Tras Michael Jordan (y quizás el malogrado Kobe Bryant), podemos decir que LeBron James (Ohio, 1984) es el jugador de baloncesto más popular de todos los tiempos. Por supuesto, su fama no solo se debe al deporte, sino a todo tipo de contratos para ropa deportiva, cereales, bebidas azucaradas e incluso películas, como la secuela del clásico «Space Jam».

La cuestión es que LeBron James acaba de sumar otro hito, uno que nadie había logrado antes, y es que se ha convertido en el primer jugador en activo en la NBA en ser multimillonario (o milmillonario, y con esto nos referimos a que tiene más de mil millones de dólares), como lo oyen. Si jugar en la NBA hace que arregles -económicamente- tu vida para siempre, lo de LeBron es ir cien pasos más allá.

Pero su éxito económico se debe a diferentes factores y no solo a su salario como jugador, tal como subrayábamos antes. Más allá de Los Ángeles Lakers y del dinero que recibe por publicidad, James ha invertido sabiamente. Probablemente de manera mucho más inteligente que la mayoría de sus compañeros.

Todos os estaréis preguntando cómo Michael Jordan no lo logró mientras jugaba, y LeBron sí. Y la respuesta es que, aunque el legendario 23 de los Bulls tiene una fortuna bastante mayor que James, lo cierto es que gran parte de la misma la logró tras retirarse, cuando su marca se hizo más y más grande a escala global.

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James gana (en la actualidad) más de 100 millones de dólares al año por sus contratos con AT&T, Beats, Nike, Blaze Pizza, Pepsi, GMC o Walmart. Además, James posee parte del accionariado de muchos clubes deportivos de distintas disciplinas en todo el mundo.

Al ya icónico LeBron James le siguen Kevin Durant (con una fortuna de 580 millones de dólares) y Stephen Curry (430), según diferentes medios económicos, estos dos podrían unirse al de los Lakers en el hito de ser billonario mientras juegan… siempre que aguanten unos añitos más sobre el parqué.

LeBron Raymone James Sr. hace historia de nuevo, en plena polémica comparativa de si su versión de «Space Jam» es mejor que la del gran Michael Jordan. Sea como sea y debates absurdos aparte, queda más que comprobado que James sabe bien cómo invertir su dinero.