Review de «Under his influence»: el amor de una influencer y un hombre preso
Kim Kardashian es solo una, quizás la más conocidas de todas, de las influencer que ha decidido trabajar en los últimos años por liberar a presos que no habían cometido el delito por el que se les había condenado y a mejorar la vida de muchos de los que están entre rejas.
Justo ese parece el germen para la producción de «Under his influence» , la última película producida por BET (ya saben, siglas de «Black Entertainment Television») y que mejora a muchas de sus predecesoras, aunque sigamos viendo en ella ese aspecto tan común de telefilme.
¿Por qué hay que darle una oportunidad a «Under his influence»?
El largometraje, decentemente dirigido por DeShon Hardy –también guionista de la cinta–, narra la vida de una instagramer hiperpopular que vive su vida entre fiestas, drogas, bolsos caros y superficialidades, hasta que cruza una línea y se queda sin representante y muy cerca de caer como influencer. Justo en ese momento, un preso le escribe vía privada por una red social y le cuenta su historia.
Desde ese momento, la protagonista conecta con la misión profunda, compleja y verdadera que no parecía encontrar, y pone todos sus recursos disponibles (incluyendo los de sus ricos padres) a favor de la causa, logrando la atención de los medios. Lógicamente, hay muchos más giros que convierten la película en tan comercial y accesible como interesante, pero no queremos caer en los spoilers en mayúsculas.
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El vacío de las personas que viven por y para las redes, el racismo, la brutalidad policial, la dureza de las cárceles, el amor verdadero, la relación con los padres, los medios de comunicación y un montón más de cuestiones se tratan de manera notable en «Under his influence», la película de BET que más ha dado de qué hablar en los últimos tiempos.
Y es que no solo se trata de un largometraje sobre un tema de moda, sino de un digno ejercicio de cine que, además, conecta con nuestra realidad más actual. Eso sí, aquí no vas a encontrar la profundidad de Woody Allen, la abstracción de Jim Jarmusch o los planos de David Fincher, pero sí una película que te salva una noche aburrida, lo que no es poco, ¿no?
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