¿Es ‘The Velvet Rope’ el mejor disco de Janet Jackson?

Es difícil crecer en una familia donde todos son artistas y uno de ellos es el cantante más reconocido en décadas… y encima querer destacar.

Es muy complicado, pero Janet Jackson (Gary, 1966) se lo propuso y lo consiguió con creces. De hecho, su apellido pesaba tanto que le abrió puertas desde que nació, pero a la vez las comparativas eran tan difíciles que decir que la chica tiene mérito es decir poco.

Aunque debido a su apellido y a la repercusión mediática del mismo, todos los discos de Janet Jackson han tenido éxito en el boca a boca y cierto tirón comercial, obviamente unos más que otros.

En una mezcla entre talento, saber ir al ritmo de los tiempos y ser la hermana preferida del que fuera mejor artista del mundo, la pequeña de los Jackson siempre ha gozado de una fama impoluta, además de ser por momentos casi un icono de la moda y de lo cool.

Y de todos esos discos, en los que hay momentos interesantes en cada uno de ellos, probablemente nos quedemos con ‘The Velvet Rope’. Siendo el sexto álbum de estudio de la hermanísima.

Probablemente es el más interesante, oscuro y personal, a pesar del exitazo de un single tan exitoso como Together Again que puede dar lugar a engaños.

Producido por Jimmy Jam y Terry Lewis (habituales de Prince y productores de ‘HIStory’ de Michael Jackson), el disco funciona por muchas cosas, pero sobre todo porque nos recuerda a lo mejor de la cantante y a los retazos más destacados de su hermano en esa década: léase ‘Dangerous’ y Michael Jackson.

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Esto último lo vemos en prácticamente cada canción, menos en ‘Together Again’.

Jugueteos con los sonidos y ruidos, imprevisibilidades, interioridades e introspecciones y una depresión de caballo que dieron como resultado el disco más interesante de la cantante. Tanto es así que se extrajeron del LP nada más y nada menos que seis singles, no se puede sacar tanto oro de cualquier disco comercial. Al menos no es habitual.

Jackson centra su atención principalmente en sus inseguridades, tristezas y lo complejo de ser una celebridad y Jam y Lewis parecen encontrar la (sobre) producción perfecta para cada tema. Un disco cuya portada ya deja ver esa disección de uno mismo y que la influencia del Michael más valiente, atrevido y menos comercial sirvió bastante de ayuda.

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Decir que es el mejor disco de la ya larga carrera de la cantante es complicado, pero desde luego es el más rico, sugestivo y arriesgado. No nos alegramos de su depresión (que duró casi dos años), pero desde luego musicalmente mereció la pena. Joyita.