«True Story»: porque hay algo más peligroso que las calles de Philadelphia

Para el público de todo el mundo, Kevin Hart es uno de los tipos más divertidos de Estados Unidos (con ese lenguaje grosero y deslenguado) y el protagonista de algunas comedias interesantes y otras bastante comerciales. Sea como sea, este comediante bajito y lúcido ha acabado convirtiéndose en una celebridad a nivel mundial.

Y, como suele ocurrir con los cómicos absolutamente establecidos, Kevin Hart hace tiempo que sintió la necesidad de ir más allá, de probar nuevos lugares artísticos e interpretativos. Y ese nuevo momento en la historia de su carrera se llama «True Story», acaba de ser estrenado en Netflix y es más que decente.

En «True Story» («Una historia muy real» en España y otros países de habla hispana), Kevin Hart es uno de los cómicos más populares del mundo, pero acaba metido en un lío descomunal tras una noche de fiesta que se va de las manos. Es entonces cuando empezará a tirar del hilo y descubrirá que ni nadie ni nada es lo que parece, empezando por su propio hermano.

Un hermano interpretado por el icónico Wesley Snipes, de vuelta tras sus problemas con el fisco y en plena forma. Y es que «True Story» es un buen thriller, una historia que se guarda sus ases bajo la manga y que funciona -casi- con la perfección de un reloj suizo.

Eso sí, hemos de reconocer que la química entre Hart y Snipes son grandísima parte de la baza, de la razón por la que acercarnos y quedarnos.

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Además, descubrimos que Hart ha logrado con creces su cometido en este proyecto: convencernos de que puede ser un buen actor dramático. Y lo ha hecho en un producto con empaque, tan comercial como solvente y tan estudiado como accesible y previsible según el momento.

Pero merece la pena, y eso es lo que cuenta. Si eres fan de Kevin Hart (o del legendario Wesley Snipes) descubrirás la multidimensionalidad de unos actores encasillados en el pasado y jugando a darlo todo en nuevos registros.

La magia del cine (y de las series) en una serie en a la que uno entra por unas caras conocidas… y en la que se queda por querer formar un puzle bien narrado. Adelante.