¿Volverá Spike Lee a ser otra vez lo que en su día fue?

Aunque se hizo famoso en todo el mundo por «Do The Right Thing», los dos primeros filmes de Spike Lee fueron «Nola Darling» (en el ’86) y «Aulas turbulentas» (en el ’88).

El director de Brooklyn fue capaz de tener a toda una industria del cine hablando de él aun siendo muy joven con su lenguaje explosivo, sus tics y características como director, y su mezcla perfecta entre película accesible con toques de humor pero con un mensaje social que incluía a todos.

De hecho, muy a menudo se le ha criticado ser racista con los blancos (probablemente debido al daño objetivo que la raza blanca ha hecho históricamente a la negra), pero si atendemos a sus películas y las analizamos, vemos cómo es absolutamente crítico para con los suyos en primer lugar. Lee carga contra todos, pero quizás solo los blancos son tan egocéntricos de ver en ellos una crítica exclusiva, y además no aceptarla.

Sorry not sorry, es verdad.

La filmografía de Lee iba de película notable («Fiebre Salvaje», «Crooklyn», «Get on the bus») a obras maestras («Malcolm-X», «Clockers», «He Got Game», «Summer of Sam») y vuelta a empezar. Incluso cuando se trataba de películas sin apariciones de afroamericanos, como en el caso de la genial «La última noche», Lee entregaba una película magnífica a todos los niveles.

Pero lo mejor de todo es que, incluso cuando se trataba de trabajar como director mercenario para una productora («Plan Oculto»), el tipo era más que eficiente. De ese modo, el de Brooklyn se labró una fama más que justificada de cineasta de inmenso talento que levantaba las ampollas a la América menos autocrítica y también como director que entregaba siempre un buen trabajo.

Lee siguió con su carrera y se centró en documentales fascinantes como los dos dedicados a su amigo Michael Jackson –uno por ‘Bad’ y otro por ‘Off The Wall’- y otros más picajosos para el gobierno de Estados Unidos, pero mientras hacía eso bajaba el listón considerablemente en lo que se trata de películas de ficción.

«Miracle at St. Anna», «Red Hook Summer», «The Sweet Blood of Jesus» y «Chi-Raq» tenían cosas interesantes, pero estaban más que lejos de lo mejor de su filmografía y en ese punto pensamos que Spike Lee nunca levantaría cabeza.

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Pero llegado 2018 a alguien se le encendió la bombilla (no sabemos si a él mismo) y, cuando casi nadie daba un duro porque recuperara la magia y la chispa, veíamos en el cine «Infiltrado en el KKKlan», y de momento volvimos a disfrutar de aquel realizador que rezumaba talento y originalidad por los poros y, además, la crítica se volvió a poner de su parte. Los galardones también.

Sabemos que el director ahora se encuentra trabajando junto a Chadwick Boseman, Jean Reno, Giancarlo Esposito y Delroy Lindo (menudo listado de actores eficientes) en su próxima película, que llevará el nombre de «Da 5 Bloods», y la esperanza en su saber hacer vuelve a estar en nosotros.

Ese nuevo film verá la luz en 2020 y será la prueba de fuego definitiva para descubrir si Lee ha vuelto a encontrar esa inspiración para realizar películas con historias tan geniales como bien dirigidas y escritas. Ojalá la respuesta acabe siendo sí.

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