Cuatro veces que Kanye West cambió el mundo de los negocios
Thomas Alva Edison dijo algo así como «Las personas no son recordadas por las veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito». Una máxima no siempre aplicable, o al menos no en el caso de Kanye West. Si hablamos del productor, rapero, diseñador, empresario, filántropo y ex candidato a la Presidencia de los Estados Unidos de América, los árboles no nos dejan ver el bosque de ninguna de las maneras, o al menos no desde un punto tradicional.
West, nacido en Atlanta a finales de los setenta e hijo de un fotoperiodista, miembro de los Panteras negras y de una profesora universitaria, se ha hecho tan notoriamente (según la acepción inglesa de la palabra) popular que esa misma fama ha jugado en su contra.
Kanye West: las claves de su éxito en los negocios
En su caso, huir del gran hermano global era completamente imposible: el tipo se casó con la mujer más conocida del planeta -de la que ahora anda en proceso de divorcio-, ha sufrido depresión, ansiedad, paranoia y alucinaciones y es sencillamente uno de los hombres más brillantes del mundo, y lo es de modo multidimensional.
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Y tanto es así que a sus cuarenta y pocos años, West ha acabado provocando una fuerte disrupción (palabra que parece haberse inventado para él) en el mundo de los negocios de diferentes modos y en distintos sectores.
Estas son solo algunas de las decisiones más lúcidas de su carrera, esas que olvidamos cuando su presencia en la prensa amarilla para diluir sus logros y cuando los titulares son más influyentes que la realidad que se esconde tras los mismos.
1. Kanye cambió la historia de la música popular en Estados Unidos
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En una fecha tan fatídica como el 11 de septiembre de 2001, JAY-Z (exacto, el rapero más exitoso del globo) sacaba a la venta ‘The Blueprint’, uno de los mejores discos de su carrera y un álbum que significó dar la vuelta a todo el panorama musical de Estados Unidos.
En aquella época, los sonidos club y Dirty South eran los predominantes en las listas de ventas de su país, repletas de hip hop. Sin embargo, aquel álbum estaba lleno de soul, de funk y de inspiraciones mucho más elegantes, que parecían sacadas directamente del alma los mejores artistas de música negra de la primera mitad de los setenta.
Para sorpresa del mundo entero, un desconocido Kanye West era el productor de la mayoría de esas canciones. Por supuesto, la industria entera -y todo el fandom- comenzó a hablar de ese nerd que vivía en Chicago y que acabó logrando que todo el género pasase de musicalidades más simples, accesibles y vacías a samplear soul y devolver la música negra al sitio que se merecía.
De ese modo, un desconocido West que en aquel momento tenía solo 24 años acabó cambiando el rumbo de la música de todo un país y, por ende, de todo el mundo.
2. La creación de una de las firmas de ropa más populares del planeta
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En 2007, Kanye West (bajo la marca Yeezy) se asociaba nada más y nada menos que a Nike para una colección de zapatillas. Lo que en principio parecía una aventura tan complicada como hacerse un hueco en el competitivo mundo de los sneakers, acabó con Kanye West y Nike batiendo todos los récords posibles durante los dos años que duró la colaboración entre ambos.
Aquellas zapatillas (cuyo PVP estaba alrededor de 250 dólares) se agotaban en segundos y acababan encontrándose en reventa por miles de dólares. Por si no fuese suficiente, hace unos días nos enterábamos de que el prototipo de las Nike Air Yeezy 1 se subastó y acabarían pagándose casi dos millones de dólares por ellas.
Pero la cosa no acababa aquí: West dejaba Nike para irse a adidas, donde superaría las cifras logradas en la empresa de Phil Knight. Para hacernos una idea, adidas Yeezy facturó 1.3 billones de dólares solo en 2019, por supuesto, la mayoría de los diseños fueron falsificados hasta la saciedad, aunque eso no pareció mermar en exceso los increíbles beneficios para la compañía fundada por Adolf Dassler.
Hace solo unos meses, West firmaba con la firma Gap nada más y nada menos que por toda la próxima década. La marca californiana espera facturar más de mil millones de dólares en ese tiempo: uno de los contratos más salvajes de todos los tiempos.
3. Se acabaron los pantalones anchos
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Los pantalones anchos, comúnmente llamados baggies fueron históricamente la seña de identidad de toda la comunidad vinculada al hip hop en Estados Unidos y en todo el mundo, además de la de toda su industria. Hasta que llegó Kanye West.
Al contrario que la mayoría de sus colegas de profesión, West venía de una familia que tenía un criterio estético más elevado y singular y quizás por ello el artista siempre se negó a vestir con tallas oversized (mayor tallaje que el que le corresponde). Lo que podría haber significado un rechazo por parte del público debido a la diferencia estética del de Chicago, acabó dando la vuelta a la definición de todo un género musical y de casi todo un país.
Tal fue la influencia de West a lo largo de los 2000 que la población dejó de consumir pantalones anchos. Pero el de Chicago no solo cambió la moda desde un punto de vista anecdótico y superficial, diferentes firmas de ropa acabaron desapareciendo cuando no supieron adaptarse a los gustos estéticos que el de Chicago había implementado involuntariamente en toda una sociedad.
A día de hoy, aquella prenda que marcaba el detalle distintivo del género musical que más factura en Norteamérica pervive en las esquinas sin haber vuelto a ocupar jamás el centro.
4. La adquisición de su documental biográfico por parte de Netflix
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En 2001, los realizadores Clarence «Coodie» Simmons y Chike Ozah fueron contratados por West para dirigir varios de sus clips musicales. Rápidamente, los dos directores se dieron cuenta del inmenso potencial de aquel joven artista y decidieron grabar un documental que comenzó en aquellos momentos y se terminó dos décadas después. Exacto, hablamos de veinte años de la vida de West grabados cámara al hombro.
Pues bien, Netflix se hacía con los derechos exclusivos del documental por nada más y nada menos que treinta millones de dólares. Una cifra inmensa, sí, pero bastante representativa de la importancia global que la plataforma da a la figura de West y al interés que puede suscitar.
Por supuesto, la noticia de la existencia de esa pieza audiovisual y de su adquisición ha acabado dando la vuelta al mundo y West ha vuelto a dar una campanada de disrupción, una que lleva durando como el documental: casi 20 años.