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¿Y si un concierto de Easy-S me hubiera devuelto la fe en el rap?

Por N. Warrior / 27/04/2022
¿Y si un concierto de Easy-S me hubiera devuelto la fe en el rap?

Me he puesto un poco hiperbólica, lo reconozco, porque como tal, yo diría que mi «fe en el rap» es un continuo en el tiempo, como la «fe en Dios» para alguien religioso: a veces es algo que sientes a fuego y otras es tan débil que hasta la cuestionas.

Pero estar, de algún modo, siempre está ahí.

¿Qué es eso de tener «fe en el rap»?

Primero de todo supongo que tendré que aclarar qué concepto es ese de tener «fe en el rap». Como yo lo concibo, o lo que intento expresar con esta idea, es la esperanza constante de que el género siga creciendo, evolucionando y expandiéndose mientras tira todas las fronteras abajo. «Fe en el rap» es que pasara de ser un género del ghetto a ser el más escuchado en Estados Unidos .

«Fe en el rap» es que hace unos años nadie se imaginaba que los artistas de nuestro país alcanzaran la repercusión que tienen haciendo la música que hacen. Y, sin embargo, lo están consiguiendo.

La fe, a fin de cuentas, es algo personal, subjetivo e intransferible. Y puede llegar a resultar algo muy tonto para las demás personas. Siendo honesta, el concepto per se igual hasta me da un poco de cringe, somehow. Sin embargo, para alguien que se dedica a observar y entender la escena desde hace años, la fe es algo importante para seguir. Por ponernos dramáticos, sin nuestra «fe en el rap» no habría The Medizine. Tampoco es que sea mentira.

Así tal cual.

La historia es que los últimos tiempos están siendo una bendición a nivel musical en lo que a alimentar la fe se refiere. Surgen artistas nuevos con un potencial enorme, los artistas que llevan años empujando empiezan a asentarse y, en general, nos sorprenden con nuevos sonidos, probándose en distintos registros, haciendo sold-outs en cada concierto que organizan. Vivimos en una jugosa primavera del hip hop en España, acrecentada por el hecho de que llevamos dos años encerrados por una pandemia.

O sea: llevamos dos años sin shows en condiciones como los que hemos empezado a vivir de nuevo los últimos meses.

Y aquí es donde entran los protagonistas de nuestra historia a escena. He tenido que hacer un sacrificio forzoso y premeditado en este artículo: el viernes no viví un solo show, viví tres, y los tres fueron jodidamente buenos. Me refiero a los shows de Asekas, Saske y Easy-S en la Sala Bikini de Barcelona.

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El sacrificio es que voy a centrar esta reflexión en el concierto de Easy, a costa de no transmitiros la energía que derrocha Saske en el escenario y cómo tenía al público gritando en cada tema, ni de cómo Asekas se desenvuelve ahí encima con una soltura simplemente envidiable.

En ambos directos estuvo Kas a los platos encargándose de que todo fuera como la seda, además de haciendo los coros. (Esto último me pareció mazo real, no sé explicar por qué).

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Espero que ambos me perdonen, creo que es un sacrificio valioso por dos razones: la primera, la presentación de ‘París Tapes’ en directo es sencillamente perfecta para el statement que necesito hacer hoy.

Y la segunda, e incluso más importante: explicar cómo uno se parte el cuello es mucho menos divertido que directamente aconsejar a la gente que vaya a rompérselo.

Así que, si tenéis la oportunidad, yo no dudaría en aprovecharla.

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‘París Tapes’ en directo y cómo definir el futuro del rap

Cuando Easy-S presentaba ‘París Tapes’ la primavera pasada, el proyecto llegaba acompañado de un short film en que se nos abría una ventana a su proceso de creación. Un compendio visual y musical donde Easy reflexionaba sobre los motivos que le movían a la hora de construir este trabajo. Y había un leitmotiv constante: «quiero hacer algo que nadie se espere».

‘París Tapes’ fue uno de los 10 trabajos más destacados de 2021. O al menos, nosotros así lo sentimos.

Creo que un proyecto toma una nueva dimensión cuando se presenta en directo, porque entran en juego un montón de nuevos factores que sirven al artista para ampliar su obra, su imaginario y su forma de transmitir lo que necesita a su público. A veces, el mero hecho de poder gritar a coro con cientos de personas ciertos temas ya es como tal una experiencia en otro nivel.

El concierto de Easy empezaba con un J.Moods sobrao de carisma que se ponía a los mandos mientras reclamaba al público un poco de calor. Nadie dudó ni medio segundo en dárselo y ponerse a gritar.

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Después del show hablé con J sobre ese momento, que recordaba cómo tiempo atrás se subía y se concentraba en lo suyo y apenas interactuaba con la gente. «Ahora entiendo que cuando estás ahí tienes el poder de conectar y de hacer que todo se anime», me decía.

La gente se entusiasmó cuando por fin apareció Easy-S en escena, que arrancaba su show con ‘Dirty Paris’ , tema que sirve también de apertura de su último EP.

Creo que no hay necesidad de chafar el desarrollo como tal del concierto a los futuros espectadores (aunque seguramente cambie el tracklist en cada uno), pero a modo de spoiler solo decir que, además de ‘París Tapes’, podéis esperar disfrutar de muchos de los temas top de Easy en directo en esta gira junto a Saske y Asekas.

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Clean af presentando ‘París Tapes” ✨ #easys #paris #barcelona

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Entonces vamos a lo que importa: ¿a qué diablos viene lo de la fe en el rap y qué tiene que ver Easy con esto? Como dije antes, el espectáculo en vivo es ese espacio que termina de darle cohesión a un proyecto. Puede ser, al menos, una muy buena oportunidad para hacerlo.

El trabajo puede cobrar una nueva dimensión y es de alguna forma el culmen de la experiencia: ya no estás en tu casa o donde sea en tu bonita soledad enfrentándote a la obra, escuchándola a tu gusto. En el directo, el artista tiene la oportunidad de presentar de tú a tú lo que hace y de la forma que mejor quiera, de servírsela como crea conveniente al público.

Hay artistas que componen auténticas obras maestras pero no terminan de sentirse cómodos encima de la tarima. Prefieren la calidez de la cabina a la de los focos. Otros confiesan pensar en cómo serán sus directos desde el mismo momento en que empiezan a darle forma a un tema.

@themedizine “Viva Julio Iglesias” 🙏🏼 #costadelsol #julioiglesias #easys ♬ original sound – themedizine

Algunos se suben raw, solos al escenario, acompañados solo de su voz y muchas ganas de darlo todo. Otros son más artificiosos: pantallas, humo, bailarines y todo tipo de efectos… Por desgracia, la mayoría de las veces depende más de un presupuesto que de la predisposición de sus creadores a hacer algo.

La magia llega cuando, contando solo con algunos medios y muchísima ambición, de pronto surgen cosas especiales. Cosas como un Easy-S vestido completamente de blanco a excepción de unas enormes gafas negras cuadradas rollo Virgil sobre el que se van proyectando toda una suerte de colores y escenas. Y me temo que esta sea la mejor definición que puedo dar de lo que vi, en realidad.

Si los shows de Asekas y Saske habían sido una sobrada de energía, de barras, de actitud, lo de Easy-S fue el broche de oro a más de dos horas de unos directos de altura. Easy estuvo soberbio, confiado, decidido, y verle en directo es la demostración empírica de que en España la gente está trabajando muy en serio y pensando a lo grande. Y de eso es justo de lo que hablo cuando me refiero a que me devolvió la fe.

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Repito: no es que no la tuviera, es obvio que estamos viviendo un buen momento. Pero siempre queda un resquicio de duda, de si sabremos evolucionarlo, entenderlo, hacerlo grande, o si será solo una pequeña oleada de buena música y buenos momentos que pasarán de largo algún día. Ya, ya sé que España no es los States, pero el otro día miraba a Easy y me sentía viendo a un Kanye a pequeña escala (salvando todas las distancias, que comparar artistas entre ellos no tiene demasiado sentido). Se lo dije después del show y se rió un poco escandalizado: «¡anda ya! ¡Qué dices!»

Lo que digo es que el otro día vi un show digno de experimentar. Eso es el resumen más sintético posible. Que el trabajo de Cracralab en los visuals y de Salva Ballesteros como técnico de sonido fueron clave de que todo el espectáculo se desarrollara como la seda –y no solo en el show de Easy, también en los de Saske y Asekas–.

Y que en medio de una primavera de artistas que surgen cada día, en una escena que no para de crecer, es de elogiar que alguien se empecinara en un viaje a París en hacer algo que nadie se espere. Y que al llegar a Barcelona –y al resto de ciudades que visita– reviva esa idea todas las veces, con un show de calidad que solo puede ser el principio de algo grande.


Para ponerte al día antes del concierto, te dejamos por aquí con el track-by-track de ‘Tramontana’ que hicimos con Saske y Kas, que en directo es otro level también.