¿Quién es Foyone? Hablamos con él para tratar de despejar la incógnita

¿Quién es Foyone? Para responder esta pregunta lo fácil sería decir que se trata de uno de los mayores exponentes del rap español. Sin embargo, lo cierto es que es mucho, mucho más. Su imaginario, personal e infinito, le ha convertido en uno de los artistas más únicos, distintos y reconocibles que alguna vez haya pasado por nuestra escena nacional.

Foyone es el reptiliano, el Presidente, un músico ambicioso que busca continuamente expandir sus horizontes artísticos. Pero Foyone es, también, Pedro Navarro, un malagueño de 30 años para el que la música supone su soporte vital.

Como reza el título de su último trabajo, Foyone no es europeo. Él, ante todo, es andaluz. Una tierra que —basta con escuchar su música— tiene un peso absoluto tanto en su concepción artística como en la construcción de su personalidad y su forma de estar en el mundo.

Andalucía para mí, más que un sitio o una bandera, es una manera de entender la vida. Es un poco una filosofía de vida. En contraposición con toda Europa, donde se mira más por el trabajo y por el dinero, aquí no se mira tanto por eso y hace que crezca una cultura. Eso es lo que es para mí Andalucía, un sitio en el que lo económico no tiene tanto peso y la cultura florece.

Su origen artístico, por tanto, está íntimamente ligado con Andalucía. Concretamente con la escena de graffiti de Málaga. Y es que, mucho antes de rapear, Foyone se expresaba pintando trenes y paredes. Algo que, como él mismo afirma, le ha influenciado posteriormente.

El graffiti es algo que me ha marcado. Más que en la músi,ca me ha cambiado en la forma de moverme y relacionarme. Gracias a ello no tenía miedo muchas veces en decir: «vamos a hacer un concierto en Argentina o a Colombia». Cogíamos la maleta y nos íbamos. Eso yo creo que es gracias al graffiti. Desde chicos decíamos: «vámonos a Barcelona y nos quedamos en casa de un colega para pintar». Eso se ha trasladado a la hora de ir a los conciertos.

En un momento dado, y de forma circunstancial, Foyone comenzó a rapear como vía de escape a todos los problemas judiciales que acarreaba el propio graffiti.

Llega un momento en el que te ves en una encrucijada en la que dices: «o sigo pintando y ya encamino mi vida por aquí, y me puede caer una multa que ya no levanto cabeza nunca más, o cambio el rollo». Así que probé con la música, me enganché a eso y hasta el día de hoy. Pero fue básicamente por eso, por temas judiciales.

Aún así, el rap siempre estuvo presente en la vida de Foyone.

Yo siempre he escuchado rap. Vivo al lado de Carranque, que es un barrio muy rapero, del que han salido Sicario, El Niño Snake… Un montón de raperos. Pero justo en esa época en la que pasé de pintar graffiti a rapear, que sería sobre 2010 o 2011, escuchaba sobre todo la nueva ola, a gente como MDE Click, Erik Urano o C. Tangana con ‘Agorazein presenta C. Tangana’.

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En gran medida, la carrera de Foyone no puede entenderse del todo sin Sceno. El productor, también malagueño, le ha acompañado a lo largo de todos sus trabajos y su relación con él es de vital importancia para su música. Tanto, que a día de hoy son una de las duplas más reconocibles de todo el panorama.

A Sceno yo creo que le conozco antes incluso de la época del graffiti, porque él también pinta. Nos conocimos a raíz de Sokez y Hyde Tyson, que también son de Málaga, y lo están pegando muy duro ahora. Teníamos un grupito de chavales que estábamos empezando a cantar y ahí también estaba el Sceno, que es el que producía. Hicimos muy buenas migas y ya enganchamos un disco, y luego otro, y luego otro.

Esta fructífera relación les condujo a la creación de ‘Dólares Mentales’, su primer trabajo. Un álbum al que Foyone le guarda especial cariño, ya que supuso un auténtico cambio en su carrera.

Ese disco lo grabé en Málaga y después me fui para Londres a vivir. Luego de mezclarlo a distancia, cuando lo escuché dije: «¿Qué hago yo aquí? Tengo que volver a Málaga y vamos a achucharle a muerte a esto». Desde el primer momento fuimos a full a por ello.

Aquel fue el pistoletazo de salida para una carrera vertiginosa, llena de éxitos y trabajos que ya son historia del hip hop español.

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Después de ‘Dólares Mentales’, la trayectoria de Foyone pegaría un giro radical. La rápida aceptación de su trabajo rápidamente le conduciría a interminables giras por España y Latinoamérica. Sin embargo, el malagueño nunca dejaría de crear, lanzando discazo tras discazo y construyendo una discografía que, echando la vista atrás, se posiciona sólida y sin fisuras.

Tras ‘Dólares Mentales’, llegaría ‘El Mesías’ (2014), un álbum al que «la palabra que lo define es «fumada»». Un año después, aparecería ‘La Jaula de Oro’ (2015) cuya metáfora «no quiere decir nada más que soy un poco esclavo de esta mierda pero al menos he elegido mi jaula y es de oro».

Tuvimos que esperar dos años, hasta 2017, para escuchar su siguiente larga duración, ‘Rico Sin Denuncia’, un álbum que, de alguna forma, marcaría un antes y un después para Foyone.

Estaba arrastrando un problema de salud mental y ese disco fue el detonante de hacer un parón. Después de dar conciertos a full, no supe parar y mi cuerpo tuvo que decir basta.

Más tarde, y después de un coqueteo conceptual con los videojuegos llamado ‘Lacura’ (2018), aparecería ‘Presidente’ (2019) su álbum más ambicioso y celebrado hasta el momento «a nivel de música y de marketing».

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El 2021 ha empezado muy fuerte para Foyone. En casi tres meses le ha dado tiempo a lanzar dos ‘Rap Sin Corte’ (y ha prometido llegar al número 50 antes de acabar el año), a envolverse en un beef con El Jincho que ha acaparado toda la atención del público, e incluso a lanzar un EP, titulado ‘Yo No Soy Europeo’.

Aún así, la ambición y la búsqueda de nuevos límites del malagueño continúa intacta. Como él mismo declara:

Estamos en el mejor momento, tanto yo como Sceno. Ya no somos tan estrictos a la hora de repetir una fórmula. Hemos repetido ya la misma fórmula infinitas veces. Ahora nos sentimos con un folio en blanco por delante diciendo: «hemos aprendido a hacer todas estas cosas y ahora tenemos todos estos elementos para poder hacer nueva música». Estamos en un momento en el que pueden salir cosas muy distintas.

De hecho, esta indagación en nuevos sonidos es palpable en alguna canciones de ‘Yo No Soy Europeo’, donde nos encontramos con un acercamiento a algunas fórmulas inéditas hasta el momento en la carrera de Foyone. Esta sed por conquistar otros horizontes también le ha llevado nuevos objetivos, aunque siempre sin perder la esencia del rap.

Nosotros aspiramos a hacer rap, pero que tenga ese toque de «arte», o que una persona lo pueda escuchar aunque no le guste el rap y pueda valorarlo y disfrutarlo, aunque sin perder la esencia. Queremos darle ese toque de algo profundo, que te remueva por dentro.

Por eso mismo, el resto de 2021 apunta a que la tendencia hiperactiva de Foyone a la hora de crear música no va a decrecer.

Tenemos un montón de colabos que queremos ir haciendo. Sacaremos varios ‘Rap Sin Cortes’, colabos y nos curraremos algún EP bastante friki que se salga de nuestra línea habitual, medio experimental.

El otro día estuvimos en Sevilla con el Tote, que lo que está haciendo mola mucho, y nos grabamos una canción. También con Piezas estamos hablando para hacer algo.

Y si se le pregunta por el futuro más lejano, de aquí a cinco años, Foyone lo tiene claro:

Seguiré haciendo canciones, haciendo música. Con estar como hasta ahora, más todo el conocimiento de lo trabajado en esos cinco años, vamos a llegar al punto de que tengamos un nivel bastante alto. Nuestra filosofía es currar y currar y encerrarnos en el estudio. Esperemos ir por el ‘Rap Sin Corte 100‘.

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Ojalá sea así.